Mi amigo llegó por su sudado de tramboyo con su ají limo y limoncito, acompañado de un emoliente tibiecito. “María, desde tiempos ancestrales la agricultura ha sido fundamental en la vida de la población, pues el cultivo de la tierra provee de la alimentación para la subsistencia. Nuestros antepasados, de las culturas preincaicas y los incas, llegaron a cultivar la tierra con técnicas extraordinarias, pues inventaron utilísimas herramientas como la chaquitaclla (arado de pie) y la raucana, que las mujeres empleaban para excavar la tierra. También crearon sistemas de ingeniería hidráulica sorprendentes con andenes como los de Machu Picchu y canales de irrigación de cientos de kilómetros como los de Huiru Cátac (Áncash) o la presa de Collpa, en la misma región, que evidencia el nivel de previsión y conocimiento de las cuencas. Hay muchos otros vestigios como los asombrosos canales de Cumbemayo (Cajamarca) o los acueductos de Nasca. Aplicaron efectivos sistemas de organización económica, como el ayllu, la mita y la minka, para el cultivo de la tierra en armonía con la naturaleza. La organización económica inca estuvo basada en el cultivo intensivo de la tierra para asegurar el alimento. La producción era muy variada y los cultivos más importantes eran el maíz y la papa. En esos tiempos, el agro era vida.

Es muy meritoria la labor de los agricultores, quienes hoy están celebrando su día. El agro es una actividad muy sacrificada, requiere de esfuerzo físico y sapiencia para el cultivo de la tierra. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación), en las estadísticas comerciales se considera a la agricultura únicamente como una actividad económica, pero como forma de vida, patrimonio, identidad cultural y pacto ancestral con la naturaleza, no tiene un valor monetario. Pese a que ahora consumimos más alimentos procesados, el agro sigue siendo una actividad clave en la economía. Perú provee al mundo de una amplia gama de productos agrícolas como la palta, espárragos, quinua, maca, mangos, alcachofas y muchos más. También algodón de la variedad Tangüis, que data de los tiempos incaicos y hasta hoy se luce en las más exclusivas prendas de la moda en Europa. Igual que la lana de alpaca o vicuña, admirada por los más importantes diseñadores del mundo. El agro es una labor de sacarse el sombrero. Hoy no se podía hablar del boom de la gastronomía peruana si no fuera por nuestra rica y variada producción agrícola. Por eso los campesinos merecen nuestro reconocimiento y apoyo”.
Tiene razón, mi amigo Gary. Feliz Día a todos los campesinos del Perú. Me voy, cuídense.

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