Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó por su causa limeña y arroz con pollo parte pierna. Todo con una jarrita de chicha morada. “María, antiguamente se enseñaba en los colegios el curso de . Por lo general, estaba a cargo de un profesor de instrucción premilitar que nos hacía cantar el Himno Nacional con la mano en el pecho y a todo pulmón en el patio del colegio. Si algún alumno de la fila no lo hacía, le caía un palmetazo o un coscorrón. También teníamos que detenernos cada vez que pasábamos por un lugar donde se estaba izando el Pabellón Nacional y ponernos una escarapela cada 28 de julio. Las costumbres han cambiado con el tiempo, pero el amor a la patria y a sus símbolos debe seguir intacto. Patria es la tierra que nos vio nacer, el lugar que atesora nuestra cultura, el sitio donde están nuestras raíces. El patriotismo, el amor a la patria, debe ser un principio básico en la vida de toda persona, un sentimiento que no se lleva en los bolsillos, sino en el corazón. Por ello, debemos respetar a los símbolos patrios, como la bandera, el escudo y el Himno Nacional. Te voy a contar algo de la historia de estos símbolos que en Fiestas Patrias cobran más notoriedad y que los peruanos que amamos a nuestro país, siempre debemos tener presentes.

Cuentan que en uno de sus recorridos libertarios, el general don José de San Martín recaló en Pisco y se alejó de su tropa para descansar a la sombra de una palmera en la bahía de Paracas. Cuando dormía, en su sueño vio que surcaba el cielo una bandada de parihuanas, aves que tienen el pecho blanco y las alas rojas. Esa visión inspiró al libertador para crear la bandera peruana, que luego se instauró como primer símbolo patrio por decreto emitido el 21 de octubre de 1820. Esa es la bandera que, durante la Guerra del Pacífico, el coronel Alfonso Ugarte defendió con su vida al lanzarse desde el Morro de Arica. El escudo del Perú también nació en los albores de la independencia. Su primera versión fue diseñada por el propio San Martín en 1820. Era bien complejo, constaba de un paisaje del sol naciente desde los Andes visto desde el mar, enmarcado por una corona de ramas de laurel atadas por un cintillo dorado. El escudo que usamos hoy es el que en 1825, el libertador Simón Bolívar y el Congreso Constituyente instauraron como símbolo oficial definitivo. A la izquierda lleva una vicuña, a la derecha un árbol de la quina y debajo una cornucopia derramando dinero, que simbolizan los tres reinos: animal, vegetal y mineral. Y en la parte superior, una corona cívica de ramas de encina, que –según los griegos– era símbolo de justicia y fuerza. Amemos a nuestro Perú y respetemos sus símbolos patrios”. Pucha, tiene razón mi amigo Gary. Felices Fiestas Patrias para todos. Me voy, cuídense.

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