Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un bistec a lo pobre, arrocito blanco graneado y un emoliente al tiempo. “María, el aumento de la y la incapacidad de la policía para proteger a la gente están haciendo que cada vez más peruanos se armen para proteger su vida y sus negocios. Esto aumenta el peligro para todos, pues en cualquier lugar puede desatarse una ‘coboyada’. Nuestros hijos podrían quedar en medio de un tiroteo solo por ir a comprar a la bodega de la esquina, en el cine, un restaurante, el mercadito del barrio o en un centro comercial. ¡Ahora, salir a comer un pollito a la brasa con la familia puede ser fatal! ¿Con qué tranquilidad uno va a sacar a pasear a su esposa, a los hijos, si podrían terminar muertos por una bala perdida? Es lo que pasó el último martes al mediodía en un lugar tan céntrico y aparentemente seguro como el Jirón de la Unión, que está a solo unos metros de Palacio de Gobierno, siempre resguardado por policías y militares, que tienen . Una casa de cambios contrató como seguridad particular a dos marinos que, con sus armas de fuego, enfrentaron a balazos a los delincuentes que intentaron asaltar a un empleado para quitarle el dinero que llevaba. El resultado trágico fue la muerte de una modesta trabajadora de limpieza, a la que un disparo dio en la cabeza cuando realizaba sus labores. Otras seis personas fueron heridas y es un milagro que no hayan muerto más de ellas. Esta situación de .

¿Dónde está la inteligencia policial para desarticular a estas bandas de criminales antes de que ataquen? ¿O es que la Policía y el Ministerio del Interior se conforman solo con llegar a recoger los muertitos tras los asaltos?

El programa de recompensas para capturar criminales no basta. Mientras tanto, los ciudadanos ahora nos vemos obligados a saber cómo actuar para sobrevivir si nos vemos en medio de una balacera:

- Conserva la calma. Es fundamental no entrar en pánico para tomar buenas y rápidas decisiones.

- Si estás en la calle o centro comercial, arrójate al suelo y, a rastras, refúgiate detrás de una pared, poste, banca o carro. Colócate pecho a tierra.

- Si te encuentras con niños, tírense al suelo y protégelos con tu cuerpo. Busquen un lugar seguro a rastras o en cuclillas.

- No trates de grabar lo que ocurre. Si te encuentras en casa, no salgas a techos o azoteas a ver qué sucede. Aléjate de puertas y ventanas. Arrójate al piso y muévete arrastrándote, igual que los demás miembros de la familia. Busquen un lugar aislado como el baño”.

Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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