Mi amigo periodista, el gigantón redactor ‘Barney’, se pidió un plato grande de talarines rojos con tremenda presa de pollo. Y, asesino de su joven esposa, la guapa trujillana Jana Claudia Gómez, cuyo cuerpo metió en una maleta que fondeó en el mar de Chorrillos en julio del año 2007.

“María, te contaba que el gringo era una ‘joyita’, pues estuvo en la cárcel por tráfico de drogas en su país. A finales de 2006, comenzó a ‘chatear con una joven peruana de Trujillo, Jana. Enamora a la peruana y le pide matrimonio pensando que la chica era de familia adinerada.

Se vino a Lima y conoció a otra mujer, Mónica Muñoz, quien se convirtió en su amante. El gringo quería olvidar a su esposa, pero esta lo llamaba insistentemente. Trickett compró una gran maleta. Esperó a su esposa en la habitación, la drogó y estránguló, contaría después en el juicio. Luego la introdujo en la maleta y la selló con cinta de embalaje. El 8 de julio fue a buscar a Mónica.

‘Voy a cerrar un negocio, necesito una traductora y mañana me voy a Estados Unidos, acompáñame a Miraflores por favor’, le dijo, pero, según la muchacha, hizo que el taxista enrumbara al muelle de pescadores. Eran las siete de la noche, sacó una maleta del capó y fue donde había un pescador, Justo Servivón, con su lancha. ‘Vamos a dar un paseo’. A los quince minutos preguntó por la profundidad.

El pescador respondió: ’35 metros’ y el gringo lanzó la maleta. ‘Es que en mi país cuando vas a empezar un negocio lanzas al mar ropa y papeles viejos para que florezca’, explicó con total cinismo.

Mientras los padres de Jana buscaban desesperadamente a su hija, el norteamericano se hacía el preocupado y hasta insinuaba que ella ‘se habría ido con otro’. Hubiera sido el ‘crimen perfecto’, pues ‘sin cuerpo no hay delito’, pero la madre naturaleza castigó al pueblo de Pisco y Lima con un violento terremoto el 15 de agosto, lo que hizo que la marea arrastre la maleta hacia la orilla, apareciendo un día después en la playa Las Cascadas, en la Costa Verde.

Cuando la policía la abrió, se sorprendió al ver el cuerpo de una joven con un tatuaje de mariposa en la espalda. La noticia fue publicada en los diarios como ‘La chica de la mariposa’. Así los familiares de la infortunada joven se enteraron de la terrible noticia.

Ese mismo día el gringo huyó a Estados Unidos. La policía buscaba al norteamericano por asesinato, pero este cumplía una condena menor en su país. Al final fue extraditado al Perú y Mónica Muñoz, presionada por su familia y buscada por la policía, regresó de Italia a Lima para ser la principal testigo en el caso.

En el 2011, Trickett fue condenado a 31 años de prisión por su horrendo crimen. Su amante y el pescador Justo Servivón, para quienes la fiscalía pedía 15 y 4 años de cárcel, respectivamente, fueron absueltos”. Pucha, qué terrible historia. Me voy, cuídense.



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