Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un ají de gallina con arroz graneado, huevito duro, aceitunas negras, lechuga y, para tomar, una agüita de anís tibia. “María, en estos tiempos en que muchos chicos andan desorientados por la vida, sin objetivos claros, sin un plan de vida, lo que permite que sean fácilmente influenciables por impresentables, es más importante que nunca formarlos de la mejor manera para que muestren madurez emocional e independencia. Que se tracen metas importantes. Algunos consejos de los expertos para

Deben practicar deportes. El desarrollo emocional de los chicos incluye aspectos físicos y mentales. Los deportes son una excelente herramienta para desarrollar ambos.

Enséñales a relacionarse con otros. Ayúdalos a ser empáticos y a fortalecer sus relaciones, aspectos claves para desarrollar el carácter emocional de los hijos.

Más independientes. La independencia es uno de los valores más importantes para que los niños sean emocionalmente más fuertes. Hay que apoyarlos en sus tareas, pero haciéndoles saber que ellos lo pueden lograr por sí mismos. Tendrán confianza en sí mismos. Se sentirán más seguros de lograr cualquier meta que se propongan.

Trabaja para que sean comunicativos. Una forma importante de fomentar la inteligencia emocional es ayudándolos a expresar con toda libertad lo que sienten o piensan. El hogar debe ser un espacio donde se promueva con tolerancia la discusión de ideas.

Establece normas claras. Las normas y figuras de autoridad son imprescindibles en la vida de personas exitosas. Así los niños aprenden disciplina. En los hogares donde se respetan las normas los niños tienen más posibilidades de lograr el éxito.

Deben reconocer las emociones básicas. Hay que enseñarles a identificar la alegría, tristeza, rabia o ansiedad. Así aprenderán a reconocerse a sí mismos por sus emociones y conocerán las reacciones que les provocan diversas situaciones.

Tienen que crear rutinas diarias. Los ayuda a ser personas más planificadas, con objetivos claros y estables emocionalmente.

Enséñales a cuidar su salud. A través del ejemplo, fomenta en ellos la alimentación balanceada, hacer ejercicios, dormir y tener tiempo para recrearse. Una persona sana físicamente tiene mejor salud emocional y sabe manejar con acierto los conflictos.

Déjalos cometer errores. Estos son parte de la vida y del crecimiento personal. Nada pasa si una persona se equivoca, ni tiene por qué sentirse frustrada. Es parte de su inteligencia emocional que los chicos lo tengan bien claro”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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