Las drogas y los jóvenes

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En la actualidad, los chicos empiezan temprano a conocer la droga, sea marihuana o las llamadas drogas sintéticas. Hace un tiempo se conoció que, como el éxtasis se puso de moda entre los jóvenes de clases acomodadas que iban a las discotecas, estos locales cortaban el agua de los baños para vender las botellas del líquido elemento a precio de oro. Es que esta droga causa mucha euforia y debido a la energía gastada, les da mucha sed. La droga llega a los muchachos por diversas fuentes, pero significativamente a través de los amigos del barrio, del colegio, la universidad o en las fiestas.

Según Cedro, se empieza con drogas llamadas ‘blandas’, como la marihuana. De ahí van escalando en una espiral de vicio, muchas veces irrefrenable. A algunos la enfermedad les dura toda la vida. Otros logran salir de ahí, tras mucho esfuerzo. Por ello hay que estar atentos a las señales que dan nuestros hijos para sacarlos a tiempo de esta situación. Aquí algunas señales para saber:

1. Cambios físicos evidentes. No se baña. Usa la ropa sucia.
2. El olor. Algunas drogas, como la marihuana, dejan un fuerte olor. Si tu hijo es consumidor, usará chicles o colonia para que no detectes su vicio.
3. Los ojos. En los ojos es posible detectar el consumo de drogas. La marihuana provoca que los ojos se enrojezcan y que aparezca una mirada de somnolencia. En el caso del éxtasis, los ojos adoptan lo que se conoce como ‘ojos en forma de plato’, bien redondeados, abiertos y con las pupilas dilatadas, lo mismo que la cocaína.
4. El humor le cambia. Las drogas causan un cambio de humor muy notorio en los consumidores, especialmente cuando no están drogados. Esto suele ocurrir porque el cuerpo está pidiendo que se consuma la droga de nuevo, y por eso pueden mostrarse irritables, gruñones e incluso agresivos.
5. Los amigos son unos agentes socializadores muy importantes en los jóvenes. Si tu hijo se junta con consumidores habituales, tendrá más posibilidades de desarrollar hábitos nocivos. Mantente atento.
6. Otra señal es si se ha vuelto irresponsable con sus obligaciones, como el estudio o el trabajo. Es fácil de ver si falta al trabajo o es desaprobado en sus exámenes.
7. Por último, siempre quiere más dinero. Lo que tiene lo gasta en drogas. Es posible que hasta robe cosas de la casa”. Asu, qué terrible. Hay que estar atentos a los hijos. Me voy, cuídense.

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