Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa

El fotógrafo Gary llegó al restaurante por sus tallarines verdes con su churrasco a la inglesa y una jarrita con agua de cocona al tiempo. “María, estuve en la Feria del Libro para el gran homenaje a Mario Vargas Llosa, un reconocimento totalmente merecido a nuestro Premio Nobel de Literatura. En estos tiempos en que los muchachos solo andan con sus smartphones, wasapeando, o en el Facebook, es importante que se den un tiempo para leer sus obras. No podemos conocer el Perú y su historia sino ingresamos a su mundo literario. Voy a hacer una pequeña lista de los textos que los jóvenes deben buscar en la Feria del Libro.

LOS JEFES (1959): El autor sostiene que este, su primer libro de cuentos, refleja el ‘microcosmos de la narrativa vargasllosiana’. La mayoría los escribió cuando estudiaba en San Marcos. Selecciono este libro porque el joven Mario nos presenta un cuento entrañable, sin duda mi favorito: ‘Día domingo’, donde ya adelanta los ambientes de Miraflores que seran plasmados en su lograda obra ‘Los cachorros’. Este relato trata sobre un increíble y suicida duelo de dos muchachos miraflorinos en el reventón de las olas playeras, todavía con el estómago lleno de comida y cervezas. Todo por el amor de una jovencita, Flora, la más bella del barrio.

En este libro de cuentos también debutará un personaje carismático y querido, el sargento de la Guardia Civil, ‘Lituma’, quien participará en ‘La Casa Verde’ y será personaje principal de dos novelas posteriores: ‘Lituma en los Andes’ y ‘¿Quién mató a Palomino Molero?’.

LA CIUDAD Y LOS PERROS (1963): Su primera novela le abrió las puertas del ‘boom’ de la literatura latinoamericana en Europa y con ella ganó el premio ‘Biblioteca Breve’, en 1962. Describe su paso por el colegio militar Leoncio Prado, adonde su implacable padre ‘lo internó para quitarle el virus de la sensibilidad’. La novela, para la anécdota, fue quemada públicamente en el colegio por considerarla una afrenta a la institución. El libro tiene personajes inolvidables como ‘El poeta’, ‘El jaguar’, El boa’ o el triste ‘Esclavo’. Aquí desnuda toda una educación militar desprovista de sentimientos que, en el fondo, no era una crítica al colegio, sino a un padre salvaje y una serie de gobiernos militares cavernarios.

LA TÍA JULIA Y EL ESCRIBIDOR (1977): Una de sus más divertidas obras. El secreto amorío de un ‘Marito’ de 18 años con su ‘tía’ treintañera boliviana, Julia Urquidi, con la que al final se casaría, es un buen pretexto para que Vargas Llosa recree aquella Lima de finales de los cincuentas, cuando reinaban los ‘radioteatros’ y sus actores y guionistas.

Eran famosos sin imaginar que con la llegada de la televisión llegaría también su debacle y decadencia. Mario diferencia al ‘escribidor’ del verdadero escritor. Por otro lado, sus anécdotas familiares y los conflictos ocasionados por el romance prohibido son jocosísimos. Se van a divertir mucho leyendo esta obra que incluso fue llevada al cine y la televisión”. Pucha, mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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