Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tiradito de lenguado y una jalea de mariscos con ensalada de cebolla y tomate y, para tomar, una chicha morada friecita. “María, la tarde del último jueves, miles de personas que hacían sus compras en el emporio comercial de , así como los mismos comerciantes, vivieron momentos de terror cuando un grupo numeroso de ambulantes intentó tomar el control de las calles para vender sus productos y se enfrentó violentamente con decenas de serenos del distrito.

Todo era caos y pánico, la gente corría en diferentes direcciones y hasta hubo heridos por arma blanca. Se registraron varios golpeados y también disparos de bala. Los compradores no podían creer lo que ocurría y muchos huyeron a la carrera, presas del pánico. Gamarra, por este y otros problemas de seguridad, es tierra de nadie y parece una ‘bomba de tiempo’. Los comerciantes formales de Gamarra señalan que los ambulantes intentaron tomar las calles a la fuerza, debido al aumento de las ventas por la cercanía de las fiestas de fin de año. Algunos testigos señalaron que sujetos armados del cerro ‘El Pino’ eran los que hacían disparos para atemorizar a los serenos.

De parte de los informales, también hubo algunos golpeados y al menos un herido con objeto punzocortante. En Gamarra, por estos días, es muy difícil caminar por la gran cantidad de gente que acude a comprar. Y se pondrá peor en las siguientes semanas. Si las autoridades no hacen algo de inmediato para poner orden, es muy probable que se repitan más batallas campales por cada metro de la vía pública (léase pistas, veredas y hasta puertas y paredes en las que colocan mallas metálicas donde exhiben la ropa) y que podrían terminar con muertos.


El dirigente gamarrino Diógenes Alva denunció, públicamente, que solo hay cuatro policías por turno para 44 manzanas del emporio comercial. Encima, que en el Serenazgo hay elementos de malvivir que solo le quitan la mercadería a los ambulantes que no pagan cupos, pero a los que sí ‘se matriculan’ los dejan que sigan vendiendo. También acusó a la municipalidad de fomentar la presencia de ambulantes en Gamarra, y de permitir que se coloquen en las calles hasta ferias de comida. “Acá en las calles de Gamarra los ambulantes hasta tienen luz, balones de gas y hacen chancho al palo, chancho a la leña y otros platos. ¡Es increíble!”, se queja Alva. Por eso, pidió la intervención inmediata del gobierno, porque en Gamarra ‘hay mucha corrupción y se debe acabar con las mafias existentes’”. Me voy, cuídense.

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