Cuidado con la Ketamina, la droga de las peperas y violadores
Cuidado con la Ketamina, la droga de las peperas y violadores

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su arroz a la jardinera con su chuleta de chancho encima y rocotito molido. Para tomar se pidió una jarra de limonada al polo.

“María, me entero de que la Policía ha lanzado la voz de alerta ante la aparición una droga llamada Ketamina, que los violadores utilizan para someter a sus víctimas. Sobre este nuevo estupefaciente, un amigo doctor me contó que es un anestésico de uso veterinario que es empleado en reses y caballos. Esto quiere decir que lo utilizan para dopar a las mujeres, robarles y ultrajarlas sexualmente. También se informó que esta droga ha sido robada de veterinarias del Cono Norte, así que aquellas muchachas que van a fiestas y otros lugares donde conocen a extraños, deben tener mucho cuidado. Y no soy alarmista. Te contaré que cuando cubro comisiones de madrugada, muchas veces vamos a las playas del sur. Allí soy testigo de cómo hombres y mujeres salen de discotecas y otros lugares completamente ebrios. Encima van a seguirla en los llamados ‘after party’ (‘después de la fiesta’).

Son en estos lugares donde esos ‘buitres’, que en realidad son violadores, están al acecho. Se acercan muy amablemente a las personas que les echaron el ojo, parecen buena gente y en un descuido las dopan. Después, junto a sus cómplices, se llevan a sus víctimas y hasta pueden matarlas. Tengan presente que esto puede pasar en cualquier estrato social, así que los padres deben estar pendientes de sus hijos e hijas hablándoles y recordándoles los peligros que hay en las calles. Deben tener siempre presente esa antigua frase que reza así: ‘Caras vemos, corazones no sabemos’. Podemos cruzarnos con chicos y chicas que parecerán unos angelitos, pero que por dentro son tremendos demonios. Ahora, quiero compartir contigo algunos consejos dirigidos a nuestra juventud:

  • Si van a salir a algún lugar, siempre díganle a sus padres dónde estarán. Queden en una hora de regreso a casa o pídanles que los recojan.
  • Es bueno que informen con qué amigos estarán y que sus padres tengan el teléfono de estos ante cualquier emergencia. Más vale prevenir.
  • Es bueno divertirse, pero jamás lleguen al exceso brindando más de la cuenta. No es necesario emborracharse para disfrutar de la reunión.
  • Si están en un lugar muy concurrido, nunca pierdan de vista su vaso, pues podrían echarles alguna sustancia extraña y terminarían drogados.
  • Nunca acepten nada de desconocidos. No se aparten de sus amigos y si empiezan a sentirse mal, den aviso a personas de confianza o acérquense a algún policía”. Pucha, a cuántos peligros están expuestos los jóvenes. Me voy, preocupada. Cuídense.

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