El fotógrafo Gary me escribe mensajes y me envía lindos emoticones para levantarme el ánimo.

“María, Martín Vizcarra les dio un jalón de orejas a los ‘expertos en información falsa’. El presidente se refirió a quienes difunden noticias falsas, también conocidas como ‘fake news’, a través de las redes sociales con la sola intención de desinformar y, hay que decirlo claro, ganar ‘likes’ o ‘me gusta’.

Eso que les encanta a muchos cibernautas y les hace creer que ya son famosos en el mundo virtual y pronto alcanzarán la soñada categoría de influencers. En el caso de las noticias falsas relacionadas con la política, por lo general se busca hacerle daño a un personaje. Muchos lo hacen como ‘deporte’, pero otros con la intención de perjudicar a alguien mediante la calumnia, la difamación o las medias verdades.

Con los ataques a Vizcarra, por ejemplo, tratan de desestabilizar al gobierno. Son personas a las que no les interesa el país. Aquí es donde entran a tallar los llamados troles, aunque más usan el plural ‘trols’. Según la Real Academia Española, la palabra trol tiene el siguiente significado: ‘En la mitología escandinava, monstruo maligno que habita en bosques o grutas’. En el mundo cibernético, los troles viven en el ciberespacio y aparecen en manada, espontáneamente o de manera organizada, para atacar a alguien con un bombardeo de mensajes que buscan aniquilarlo.

Este fenómeno de los ‘fake news’ y los ejércitos de troles confirman que en las redes sociales y en internet, en general, las informaciones no son del todo confiables. Muchas noticias falsas son copiadas, hasta con los mismos errores ortográficos, a veces increíbles, de otras páginas web o las propias redes sociales, con lo que se forma una cadena de desinformación que le resta credibilidad al mundo virtual.

Donde la noticia aún conserva prestigio es en los medios impresos, como los diarios o revistas, pues en estos sí se suele cumplir con todo el proceso que un periodista debe seguir en la redacción de una nota, como la verificación, el cruce de datos y la confirmación, recurriendo a fuentes realmente confiables y muchas veces ‘in situ’, es decir, acudiendo al mismo lugar de los hechos para la constatación correspondiente. Vizcarra también se refirió a los ‘doctores del pesimismo’ y me hizo recordar a ‘Don Pésimo’, ese personaje que interpretaba el recordado Álex Valle en ‘Risas y Salsa’. Estos ‘doctores’, que a veces son conocidos periodistas o políticos, solo ven la parte negativa y, al informar exclusivamente errores y exageraciones, son elementos que no aportan nada. Es preferible no hacerles caso”. Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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