Imagen referencial. (Foto: GEC)
Imagen referencial. (Foto: GEC)

Mis amigos, el fotógrafo Gary y el redactor gigante ‘Barney’, llegaron por sus frejoles con cabrito a la norteña y su jarrita de chicha morada. “María, ese reportaje de ‘Panorama’ sobre la brutal violencia que reina en el Callao -me dijo ‘Barney’- nos indigna por el nivel de podredumbre al que se ha llegado en varias zonas del puerto.

La vida ya no vale nada. Mataron a ‘Pussy’, el entrañable promotor de ‘Las caras pintadas’, lo mejor que se había hecho en la picante calle Atahualpa, y todo por unos miserables billetes. Casi todos los días muere una persona acribillada.

En los últimos diez días, despiadados sicarios acabaron con la vida de ocho personas. Las cámaras de video mostraron cómo un feroz criminal asesinó a Eder Miranda Beuza (26) a plena luz del día, en la puerta de su casa, en Gambetta.

Eder recién había salido del penal Sarita Colonia por graves delitos como tráfico de drogas e intento de homicidio. Pero juraba que se había ‘plantado’ y ya tenía pasajes para volar a España, donde estaban su pareja y dos hijos, pues se iba a casar.

Minutos después de las 4 de la tarde, tras darse un refrescante baño, se paró en la puerta de su vivienda. Los videos lo muestran conversando con su prima hermana Estefani y la madre de esta, cuando dos pistoleros se acercan.

Uno le dispara un primer tiro en la cabeza, Eder cae y el desalmado, en medio de los gritos de las mujeres, sigue disparando al cuerpo. En total fueron nueve balazos y las imágenes fueron aterradoras.

El teniente alcalde de La Perla, José Silva Chunga, tuvo más suerte. Llegó a la casa de su hermano en plena avenida Venezuela y un sicario se le acercó, le apuntó directamente a la cabeza y disparó, pero milagrosamente el arma se le trabó.

De inmediato, el asesino lo golpeó salvajemente en la cabeza con la cacha del arma y terminó en el hospital. Según su hija, hace algunos meses fue amenazado porque no aceptó las presiones y chantajes de un grupo de delincuentes para que les entregue canastas que el Gobierno proporcionó a la municipalidad para repartir a las familias vulnerables.

Por ello lo sentenciaron a muerte. María, la situación en el Callao ya sobrepasó todo control. Ni la policía ni los serenos pueden controlarla y las lacras, los narcotraficantes, sicarios, extorsionadores, los ‘capos’ del penal Sarita Colonia, son los verdaderos ‘reyes’ del puerto.

¿Cómo es posible que el nuevo ministro del Interior prefiera estar peleándose con los generales de la Policía Nacional, cuando debería diseñar una estrategia que una a las fuerzas policiales y también, creo, a la Marina, para pacificar los barrios chalacos? En el Callao la mayoría son gente honrada, emprendedora, alegre y jaranera que no merece vivir esta pesadilla”. Pucha, me voy, cuídense.

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