Seguridad en las calles

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Según Torres, sería previa capacitación, pues actualmente los agentes de seguridad ciudadana se ven en desventaja ante los hampones, la mayoría de los cuales salen a robar armados con pistolas o revólveres.

La norma se agrega a las que ya están en funcionamiento, como la salida de los integrantes de las Fuerzas Armadas a las calles para apoyar la labor de la Policía, así como la prohibición de más de un pasajero en una motocicleta.

Con esto, el gobierno piensa detener la infernal ola delincuencial que se vive no solo en Lima y el Callao, sino en todo el país. Antes se había intentado, sin éxito, iniciar la expulsión de los venezolanos ilegales en el país, pero el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, los paró en seco, pues no autorizó el ingreso de ninguno de sus connacionales. Por eso, todos los detenidos que ya estaban sentados en un avión tuvieron que ser liberados.

LABOR DE INTELIGENCIA Y POTENCIAMIENTO DE LA POLICÍA

Creo que este tipo de acciones deberían ir de la mano de una adecuada labor de inteligencia y potenciamiento de la Policía Nacional, a fin de dotar de seguridad a las calles y desbaratar a las principales bandas criminales, así como a las mafias de tráfico de tierras, drogas y extorsiones.

También hay que habilitar más cárceles de verdadera alta seguridad, de modo que estas no se conviertan en escuelas del delito o, lo peor, que desde allí mismo se dirijan asaltos y extorsiones a empresarios.

Igualmente, hay que establecer más severos controles en las fronteras, para evitar el ingreso de prontuariados y hampones extranjeros al país. Ya suficiente tenemos con nuestros ladrones para estar permitiendo que delincuentes foráneos vengan a atemorizarnos o asesinar a sangre fría.

La labor policial debe ir también de la mano de fiscales y jueces. No puede ser que mientras los policías detienen a los hampones, la mayoría de veces en flagrancia, el Poder Judicial o el Ministerio Público los liberan.

Asimismo, la comunidad debe participar con más ahínco, uniéndose en las llamadas juntas vecinales, de manera que los ladrones no la tengan fácil ante la pasividad de la gente”. Pucha, mi amigo Gary tiene toda la razón. Ya es hora de combatir con todo al hampa. Me voy, cuídense.

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