Mi amigo Gary, el fotógrafo, llegó por su escabeche de pollo, su huevito sancochado, aceitunas y su jarra de emoliente. “, según diversos estudios, en gran medida, el éxito personal y profesional dependen de las emociones positivas. Las personas no solo son más felices, sino que su rendimiento también es mejor en cantidad y calidad. Y a la satisfacción de un trabajo bien hecho se suman los logros laborales y académicos.

Afirman los psicólogos que las personas optimistas tienen la capacidad de ver el lado bueno de las cosas, por muy negativas que estas puedan parecer en un primer momento. Cuando se presenta un problema buscan alternativas de solución o reducir sus efectos, suelen ser persistentes en sus objetivos y no se rinden ante las primeras dificultades. Sin embargo, es necesario aclarar que el optimista inteligente no es quien niega los problemas, sino el que es capaz de reconocer el obstáculo, saber que existe y analizar sus causas y consecuencias. Una persona positiva y optimista no tiene por qué dejar de ser realista.

Ser optimista es una ventaja que cobra mucha importancia a la hora de vivir situaciones complicadas. Aquí te dejo algunos tips para enfrentar las situaciones dificultosas sin perder la sonrisa, para encontrar la solución:
* Crece ante la adversidad: dicen que la vida nos golpea solo hasta donde podemos soportar.
* Cuida tu autoestima: te hace sentir bien y te da confianza y seguridad. También ayuda a tener éxito.
* Confía en tus decisiones: para triunfar hay que arriesgar. Nada es tan grave o difícil como parece y, si lo es, llegará el momento en que pierda su importancia.
* Prioriza y simplifica: así evitarás que tu lista te desborde. Mantener un orden físico ayuda a controlar también el mental.
* No desesperes: ten mucha paciencia cuando las cosas no salgan como tú quieres. Canaliza tu ira en busca de soluciones.
* Cuando todo falla, recurre a la ‘química’: el deporte genera endorfinas, no en vano se denominan ‘hormonas de la felicidad’. Así combates el estrés y esa tranquilidad te permitirá afrontar mejor los problemas.
* Fíjate objetivos posibles: eso no significa que debas renunciar a tu ambición, pues los sueños serán el motor de tu éxito, pero hay que ser prudentes y realistas.
* Respeta tus ratos de ocio: un día equilibrado debería dividirse en tercios: uno para el trabajo, otro para amigos y familiares, y otro para ti”.

Mi amigo Gary tiene razón. Por eso yo siempre digo que ‘al mal tiempo, buena cara’. Me voy, cuídense.

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