Los pequeños tienen varias opciones para no aburrirse este verano.
Los pequeños tienen varias opciones para no aburrirse este verano.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un estofado de carne con arrocito blanco graneado, rocoto molido y, para tomar, un refresco de maracuyá al tiempo. “María, los meses de pandemia han sido bastante difíciles para todos y entre los más afectados están los niños. Ellos no han podido salir a la calle y muchos se aburrían o estresaban.

Ahora que están de vacaciones es importante que realicen actividades que los distraigan, les dejen enseñanzas y les permitan conocer a otros chicos. Una buena alternativa son las vacaciones útiles que, por la crisis que se vive y la nueva cepa del virus, que es más contagiosa, lo mejor es que se lleven por internet.

Hay para todos los bolsillos e incluso gratuitas. No podemos dejar que nuestros hijos se pasen todas las vacaciones pegados al televisor o la computadora con los juegos en línea. Hay que motivarlos a hacer actividades beneficiosas, pero recuerden que es importante que ellos escojan el curso, no les impongan algo que no deseen. Tengan en cuenta que son sus vacaciones, no se las malogren obligándolos a hacer algo que no les gusta:

  • Clases de fútbol. Hay profesores particulares e instituciones que enseñan distintos ejercicios con pelota vía online. Si se dispone de un patio en casa, está bien, pero si no, basta un espacio en la sala. Los chicos se divertirán con las prácticas y se mantendrán en buena forma física.
  • Talleres de pintura. Es una buena alternativa, bastante entretenida, que desarrolla la creatividad y da paz.
  • Música. Deberá tener un instrumento musical y lo que aprenderá podría cambiarle la vida. Hay muchachos que mejoraron su comportamiento de esta forma. Les enseña a tener paciencia, les da tranquilidad y disciplina. Una vez que el niño comience a dominar un instrumento, le será más fácil tocar otros.
  • Idiomas. Si a su hijo le interesa, puede reforzar sus estudios del idioma que lleva en el colegio o comenzar a aprender otro. Hay divertidas rutinas que los harán aprender como jugando.
  • Gastronomía. Cada vez más chicos eligen los cursos de cocina, sobre todo cuando se trata de preparar postres. Tal vez uno de estos talleres podría mostrarle a su engreído su verdadera vocación.
  • Creación de páginas web. Muchos menores sueñan con crear sus propias páginas y contenidos en internet. Dele la oportunidad al suyo de hacerlo de la mano de profesionales”. Gary tiene razón. Los chicos no se pueden quedar todo el día frente al televisor. Me voy, cuídense.


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