Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó por su escabeche de pescado con sus aceitunas de botija, huevo duro y su jarra de chicha heladita. “, la vida es un ejercicio constante de superación. En ese largo camino, uno de nuestros objetivos es, siempre, ser una mejor persona. Cuando nos preguntamos cómo ser mejor como persona ya estamos dando el primer paso para tener una vida más plena y con mayor bienestar y satisfacción. Aprender a hacerlo es, simplemente, desarrollar habilidades que todos tenemos. Según los especialistas, la clave es reforzar los aspectos positivos de nuestra vida y eliminar los negativos. Pero es importante no solo desearlo, sino también ponerse en acción, tal vez empezando con cambios pequeños, pero que nos van a hacer sentir orgullosos y satisfechos. En la carrera por alcanzar las metas, la idea de ser ‘mejor’ muchas veces puede extraviarse ante la ambición y el egoísmo. Una cosa es saber lo que deseamos conseguir y otra, muy diferente, qué es lo que tenemos que hacer para lograrlo. Aquí les dejo algunos tips a tus lectores.

- Un propósito en la vida. Muchas veces, en el trajín del día a día, olvidamos que nuestra vida es más que la sobrevivencia. Es necesario organizarse, planificar y fijarse metas.

- Un cambio de actitud. Darle más importancia a los estados de ánimo y las emociones positivas: alegría, risa, satisfacción, amor...

- Prácticas saludables. El optimismo, la gratitud, compartir, la meditación, ejercicio físico y la expresión artística son actividades que nos permiten una mejor salud física, mental y emocional.

- Menos importancia a lo material. En realidad, la felicidad no necesariamente guarda relación con las pertenencias materiales.

- Mantener el equilibrio. En los esfuerzos para hacer el bien, es fácil deslizarse de un extremo al otro. Es bueno tratar de ser humilde y amable, pero sin exagerar. A veces se puede poner en riesgo la salud física o emocional.

- Realiza algo bueno por los animales o el medio ambiente. Nos hace personas más valiosas para los demás y para uno mismo.

- No te culpes.
Nadie es perfecto y creernos los mártires no nos volverá mejores personas. Si nos equivocamos, debemos reconocerlo y expresar nuestra voluntad de corregir el error.

- Sé amable.
Ser respetuosos, considerados y solidarios con los demás fortalece nuestro espíritu y mejora nuestra imagen”.

Pucha, mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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