Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una pachamanca a la olla tres sabores, con carne de res, chanchito y carnero, papas, habas y rocotito con queso y culantro. “María, como es costumbre en julio y diciembre, se multiplican los casos de estafa porque mucha gente recibe su gratificación. Los delincuentes no tienen pena de dejar sin un sol ni a mujeres o ancianos. La modalidad más reciente es la ‘pirámide financiera’ o .

Las que lo organizan y las víctimas son mujeres. Consiste en que señoras de clase alta y estudios superiores, justamente por estas características, convencen a otras de entregarles mil 400 dólares y, además, de contactar a otras dos que hagan lo mismo. Prometen que en solo cuatro semanas recibirán 11 mil 200 dólares y, por dos aportes iguales más, recibirán 33 mil 600 en diez semanas. Para convencer, al principio incluso pueden devolver el dinero, pero al final les quitarán todo. Pero también hay muchas otras modalidades que vale la pena conocer para no ser las próximas víctimas. ¡Mucho cuidado!

El estafador se hace pasar por policía y llama por teléfono a una persona diciéndole que un familiar está detenido. Otro delincuente se hace pasar como ‘el familiar arrestado’ y pide ayuda desesperado. El falso agente exige al familiar que deposite dinero en una cuenta bancaria o haga una recarga virtual a celulares o incluso lo cita a pocos metros de una comisaría para que le entregue la plata, y así ‘libere al detenido’.

El delincuente se presenta en una empresa para comprar productos, que ‘paga’ con un cheque falso del banco donde la compañía tiene cuenta corriente. En el banco figurará la entrega del cheque, pero solo en 48 horas se puede saber si tiene fondo. En ese tiempo, el empresario entrega los productos al timador.

El estafador llama por teléfono a un jubilado y le dice que cobrará una fuerte suma por devengados. Pero antes debe depositar en una cuenta el 10% del dinero que recibirá. Presiona diciendo que el depósito debe ser cuanto antes, o sino perderá su dinero a cobrar.

Envían e-mails o crean páginas web falsas de bancos donde piden datos personales, claves de tarjetas o el depósito de dinero a cuentas bancarias para acceder a beneficios económicos.

Un sujeto en la calle avisa a un conductor que su llanta está por salirse o que el carro arrastra alguna parte que está por caer. Cuando el chofer se detiene, el individuo ofrece sus servicios de mecánico por una suma de dinero. Con sus cómplices acaba el ‘trabajo’ y exige que le paguen, pero en dólares.

Si la víctima se niega, los delincuentes amenazan con golpearlo o llevarse accesorios del vehículo”. Gary tiene razón. ¡Qué miedo con tanta gente mala! Me voy, cuídense.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC