que impactan. El refugio de de Los Ángeles recibió el reporte de que una perra pastor alemán había entrado al jardín de una casa. El animal no ladraba ni jugaba como se espera de cualquier mascota. Estaba perdida y lucía cansada. Los encargados del refugio decidieron llevarla con los demás perros, pero la situación continuó: ella no dejaba de llorar. 

Días después, cuando unas personas llegaron al refugio de animales, la perrita se levantó, volvió a jugar, a ladrar y a mover la cola como si estuviera muy alegre. Unos jóvenes voluntarios que se encontraban en el refugio en ese momento, conversaron con las personas y estas dijeron que eran los dueños de la perrita.

Tenía sentido, la perrita se había perdido y al estar lejos de su hogar había entrado en un estado de tristeza. Los dueños contaron que el papá de la perrita, otro pastor alemán, falleció y desde entonces no había dejado de llorar en la casa. La perrita había escapado de su casa y llegó al jardín de sus vecinos. 

Ya estaban juntos de nuevo, podían regresar a casa todos, pero no. La familia indicó que estaban cansados de los llantos de la perrita y que preferían que se quedara en el refugio. La presencia de los exdueños en el lugar  era porque querían conseguir otro perro. 

Desde ese momento, los jóvenes voluntarios decidieron cuidar de la pastor alemán y ponerle Zuzu. Ellos crearon un post en para conseguirle un nuevo hogar de a la perrita.


Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC