Elizabeth Becerra es una mujer de Lakewook, California, que vivió en carne propia ser víctima de los clonadores de tarjetas. Ella no se quedó con los brazos cruzados cuando se percató de lo ocurrido en su cuenta y decidió ir a confrontar a la persona responsable que resultó ser una joven empleada de un autoservicio de la cadena Starbucks.

Un video de , que en dos días ha sumado más de 2 millones 360 mil visitas muestra el momento en el que Becerra regresa al establecimiento y pone en evidencia a la chica de 19 años que sale para atenderla en esta nueva ocasión.

Becerra le incrimina airada a la empleada el hecho de que en su tarjeta se haya registrado un aumento de deuda 212 dólares más. Todo esto mientras un acompañante graba todo el material que sería subido a YouTube. Desprevenida por completo de lo que iba a ocurrir, la joven confesó rápidamente el delito y no paraba de disculparse por haber cometido el delito.

Elizabeth Becerra no deja de advertirle que la denunciaría ante las autoridades, ante lo cual la trabajadora se deshace en súplicas. La policía asumió inmediatamente el caso una vez que fue difundida la grabación por YouTube y Starbucks no perdió tiempo tampoco para despedir a la joven.

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Elizabeth Becerra es una mujer de Lakewook, California, que vivió en carne propia ser víctima de los clonadores de tarjetas. Ella no se quedó con los brazos cruzados cuando se percató de lo ocurrido en su cuenta y decidió ir a confrontar a la persona responsable que resultó ser una joven empleada de un autoservicio de la cadena Starbucks.

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Becerra le incrimina airada a la empleada el hecho de que en su tarjeta se haya registrado un aumento de deuda 212 dólares más. Todo esto mientras un acompañante graba todo el material que sería subido a YouTube. Desprevenida por completo de lo que iba a ocurrir, la joven confesó rápidamente el delito y no paraba de disculparse por haber cometido el delito.

Elizabeth Becerra no deja de advertirle que la denunciaría ante las autoridades, ante lo cual la trabajadora se deshace en súplicas. La policía asumió inmediatamente el caso una vez que fue difundida la grabación por YouTube y Starbucks no perdió tiempo tampoco para despedir a la joven.

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