“La mejor manera de vivir en paz con los vecinos es no tenerlos”. Esta frase atribuida al crítico, periodista y novelista francés Alphonse Karr describe a la perfección el de una vegana en con las familias que viven a los lados de su casa, al punto de llegar a demandarlos ante la Corte Suprema de su país.

Cilla Carden, una masajista terapéutica que vive en la zona residencial de Girrawheen, ubicada al norte de Perth, asegura que sus vecinos deliberadamente inundan su jardín trasero con los olores de las carnes que cocinan en sus parrillas, el humo de cigarrillo y los ruidos que hacen al jugar con balones.

De acuerdo a los documentos judiciales obtenidos por la edición australiana del diario , la mujer también exigía que sus vecinos controlen las malas hierbas de sus respectivos jardines, vuelvan a pintar las cercas que comparten y paguen el costo de las plantas dañas en la propiedad que comparten.

En enero pasado, un tribunal desestimó cada uno de los pedidos de Carden asegurando que sus vecinos no habían hecho nada malo pero ella apeló sin éxito la decisión ante la Corte Suprema de Australia, prometiendo hacer todo lo que esté a su alcance para obtener la tan ansiada paz y tranquilidad que busca tener dentro de los confines de su hogar.

Pese al enfrentamiento en el que se vieron enfrascados, los vecinos de la vegana solo quieren que los deje en paz. Una de las partes implicadas en la demanda –que prefirió mantener su identidad en reserva– precisó que ya quitaron la parrilla de la que tanto se quejaba y que sus hijos fueron advertidos de dejar de jugar básquetbol en su patio.

Los otros vecinos a los que acusa de que las inundaciones en su patio afectan la propiedad que tienen en común, que también prefirió el anonimato, relataron al noticiero 9 News en un video que se volvió viral en que “las demandas de Carden probaron ser irracionales y fomentaban el detrimento de la habilidad de otros dueños de disfrutar de sus propiedades de una forma razonable y aceptable”.

En su querella contra los últimos mencionados, que también fue desestimada por el tribunal, Carden insistía que ellos repararan y pintaran la cerca que delimita sus viviendas, así como los escalones frontales de la entrada, pague por el costo de las plantas y mantengan a sus perros con correas en la propiedad que comparten.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC