Entrar a Latina es como intentar penetrar en un búnker. Pasas un control de sanidad, luego debes mostrar tu carné de vacunación, lavarte las manos para que te midan la temperatura y después ingresar a una sala donde esperas a la periodista que te llevará al personaje. Van a ser las 14 horas de un día de , jurado de. Él aparece algo agitado, es propio del calor que parece abrazar y genera sudores. Casi no se ha pasado del tiempo, pero pide disculpas y sonríe. Señal precisa y perfecta para empezar a dialogar de todo eso que pocos saben.

Jorge, ¿por qué nunca te afeitas los bigotes?

Fue una rebeldía.

Explícanos.

En el colegio, en las clases de instrucción premilitar, pedían que me lo corte.

¿Y cuando acabó todo?

Nunca más me razuré.

¿Es tu ‘sexapil’?

Por supuesto.

¿Ayuda para conquistar chicas?

Ayudó.

¿Romántico?

Más analítico, racional.

“SOY MIRAFLORINO, PERO NO PITUCO”

¿Pituco?

Soy miraflorino, pero no lo soy.

¿Tienes barrio?

Me iba a El Porvenir, allí bailaba, jugaba, pero en esa época se podía transitar.

Jorge Henderson es miraflorino; pero no se considera pituco. (Foto: Giancarlo Ávila /GEC)
Jorge Henderson es miraflorino; pero no se considera pituco. (Foto: Giancarlo Ávila /GEC)

¿Ahora?

Si me invitas a ir, no voy.

¿Buen bailarín?

Más o menos, pero le pongo cariño.

¿Exitoso con las mujeres?

Ja, ja.

¿El tramposo nace?

Se hace.

No me has respondido si fuiste ‘ganador’.

He tenido muchos problemas, porque he sido como un marinero.

¿Un amor en cada puerto?

Lo has dicho tú, yo no, ja, ja.

“SERÍA RIDICULO SER UN ‘SUGAR DADDY’”

¿Casado?

Hace 10 años me separé, mis hijas viven en el extranjero.

¿Sigues atrayendo al sexo opuesto?

Ya tengo mis sesenta y tantos.

¿'Sugar Daddy’?

Sería hacer el ridículo.

Jorge Henderson entrevistó a algunas de las voces más importantes de Latinoamérica.
Jorge Henderson entrevistó a algunas de las voces más importantes de Latinoamérica.

¿Así lo piensas?

Cada hombre debe saber para qué está en el planeta Tierra.

¿Dónde están las chicas más bellas?

En Cuba, ja, ja.

Cuando te realizaron el trasplante de hígado, ¿tuviste miedo de morir?

El anestesista se acercó: ‘Soy el doctor fulano de tal y le aseguro que nos vamos a volver a ver’, y me quedé dormido.

¿Cómo despertaste?

Estuve 21 días inconsciente. Abrí los ojos y pedí un sacerdote.

¿Soñaste algo?

Nada de nada. Se apagó todo.

¿Quién fue a verte?

El capellán de apellido Horabuena. Entró, nos abrazamos y lloramos.

CORRESPONSAL DE GUERRA

¿Cuántas veces estuviste tan cerca de partir de este mundo?

Fui corresponsal de ‘América Televisión’ en la guerra de ‘Las Malvinas’.

¿Estuviste en el centro mismo?

Llegué hasta Comodoro-Rivadavia.

¿Viviste algo especial?

Era un gobierno militar. Bajé del aeropuerto y fui al hotel. Esa noche me acerqué a la Comandancia para saber cómo moverme, pero me invitaron a retirarme.

Al menos no te trataron mal.

Fui a Nicaragua y se estaban matando entre ellos. Por un lado, el ‘Comandante Cero’ y por el otro Daniel Ortega.

¿Qué ocurrió allí?

Una noche estaba en el hotel y tiraban morteros.

Eso es terrible...

Y el taxista que me llevó a mi hospedaje no quiso entrar, se quedó sentado en su auto: ‘Si me toca, me toca’ y se echó a descansar.

¿Una en el Perú?

Viajé a Ayacucho a conversar con el profesor Heredia, uno de los más representativos de Sendero Luminoso.

¿Qué pudiste observar?

Vi niños con armas y ninguno pasaba de los 14 años.

¿La última como reportero audaz?

En El Frontón, al ‘Pabellón Azul’ donde estaban los senderistas.


Jorge Henderson contó algunas de sus historias con José José.
Jorge Henderson contó algunas de sus historias con José José.

¿Fuiste protegido?

En ese tiempo la Guardia Republicana cuidaba la isla y me advirtieron: ‘De las torres te podemos cuidar, pero adentro ya es tu responsabilidad’.

¿Cómo fue esa visita?

Entré, nos recibieron con arengas y armando una especie de callejón.

¿Te temblaron las piernas?

Un periodista debe confiar y me pongo en la cabeza: El resultado.

¿Una anécdota adentro?

El subersivo le dio un trago al camarógrafo y me miró como diciendo ‘no confías en mi’.

¿Bebiste?

Lo recibí y era horrible. Era como una zanahoria fermentada.

SOBRE LOS CANTANTES

De tanta cantante famosa con que has conversado, ¿nació alguna ‘historia’?

Absurdo decir que sí.

Una de José José. ¿Tomaba tanto como aseguran?

Nunca lo sufrí.

¿Era tu ‘pataza’?

Me subía al carro que transportaba a su familia y sus hijos. Cuando llegaba a México, iba a su ensayo y gritaba: ‘¿Cuál es la última en Perú?’.

¿Y qué hacías?

Le tenía que contar un chiste.

¿Algo de Luis Miguel?

En 1983, había venido a promocionar su disco ‘1 más 1: 2 enamorados’.

Continúa...

Tenía dos programas, en AM y FM. Lo entrevisté en el primero y como faltaba media hora para el segundo, salimos en mi auto despacio a la otra cabina y en eso me pide que pare.

¿Qué pasó?

Entró a comprar 3 gaseosas, todas de una marca peruana. También pidió que las envuelvan, porque se las iba a llevar a su país.

¿Qué es el amor?

Dejar pasar.

Gracias porque revelaste lo que pocos conocen de ti.

No se trata solo de comentarle al concursante cantas en Do o Re, sino de sacar lo mejor de cada personaje.

¿Hay talento en el Perú?

Lo descubro cada noche en las audiciones de ‘Yo soy’ por Latina.

Otra vez, gracias,

A ustedes y es bueno que los televidentes sepan que atrás de un jurado hay un bagaje cultural que se pone al servicio del trabajo profesional.

Sin disfuerzos, apoyando en las fotos, el hombre de los mostachos enormes nos ha mostrado su mejor versión, que a la vez es real. En los pasillos del canal comentan que siempre es así. Aunque parezca un elogio desmedido, por lo vivido en esta conversación de casi una hora, me animó a recordar al genial John Lennon y su brillante afirmación: ‘Ser honesto puede no hacerte conseguir muchos amigos, pero siempre te dará los mejores’.

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