Lo mejor es mantener la calma frente a las rabietas: si mamá se altera más que el niño, el conflicto se acrecienta y no ayuda.
Lo mejor es mantener la calma frente a las rabietas: si mamá se altera más que el niño, el conflicto se acrecienta y no ayuda.

Las travesuras de los niños sacan a veces de quicio, pero nada justifica que los lastimes verbal o físicamente. Estefany Tenorio Gómez, directora de Grupos Dinámicos, asegura que sí es posible tomar control de los impulsos y aprender a manejar situaciones de estrés con los pequeños.

“Lo primero es ser consciente de que pase lo que pase, no se puede herir a un menor y en seguida aplicar técnicas para no llegar a la ira”, afirma.

En el instante de enojo:

1. Respira profundamente y haz la cuenta regresiva de 10 a 1, así disminuirás la tensión.

2. Acumula mentalmente tu enojo en alguna parte de tu cuerpo (brazos o piernas) y luego

‘suéltalo’ con una respiración pausada.

3. Di gracias tres veces para que interiorices que tu hijo es reflejo de ti y que tienes la

oportunidad de ver qué no estás haciendo bien.

4. No tomes el mal comportamiento de tu niño como algo personal. No lo hace porque no

te quiere, sino porque tiene una necesidad.

Lo que necesitan los niños en esos momentos es que se les transmita calma y contención.
Lo que necesitan los niños en esos momentos es que se les transmita calma y contención.

PARA PREVENIR

No permitas que la tensión por las preocupaciones se te acumule, ya que después podrías desfogarla con tu niño. Para ello, engríete siempre: come lo que más te gusta, haz deporte o participa en actividades que te agraden. No olvides prestarle atención a tu hijo.

SABÍAS

QUE...

3Corrige a tu pequeño dando el ejemplo. Si quieres que no grite y te respete, haz eso mismo tú con él.


Contenido sugerido

Contenido GEC