Martín Vizcarra casi duplicó su popularidad en comparación al mes de julio.  (FOTO: USI)
Martín Vizcarra

Por: Miguel Ramírez/ Periodista de investigación

El presidente se ha anotado
un triunfo inobjetable y hasta hace unos meses inimaginable: el miércoles pasado puso de rodillas a los implacables y rabiosos congresistas fujimoristas, liderados por Keiko Fujimori, y los obligó a aprobar su pedido de confianza, para realizar reformas políticas y de justicia y, el referéndum el 9 de diciembre próximo.

La medida fue planteada por el mandatario en un sorpresivo Mensaje a la Nación el domingo antepasado, que agarró desprevenidos al fujimorismo y a sus socios apristas.

A los parlamentarios no les quedó otra que aceptar el pedido presidencial, pues, de no haberlo hecho, Vizcarra cerraba el Congreso y se quedaban sin su jugoso sueldo y gollerías que gozan a sus anchas. ¡Esa es la verdad de la milanesa!

Hubo 11 recalcitrantes fujimoristas que votaron en contra y 14 de otras bancadas de izquierda se abstuvieron. Lo hicieron porque sabían que sus votos ya no valían nada, pues 82 lo habían hecho a favor y solo eran necesarios 59 votos.

¿Cómo decidió el presidente solicitar esa trascendental medida que puso en jaque al fujimorismo? Según fuentes palaciegas, Vizcarra lo conversó en secreto con el premier César Villanueva y tres de sus consejeros y amigos más cercanos, a quienes se les conoce como el ‘Círculo Moqueguano’.

Sus ministros no sabían nada de lo que iba a suceder, tampoco la vicepresidenta Mercedes Aráoz y mucho menos los miembros de su bancada en el Congreso.

Un hombre clave en la toma de esa decisión –siempre según las fuentes- fue Iván Manchego Cuayla, su asesor político oficial y amigo íntimo.

Tal es la confianza entre ambos que Manchego fue quien acompañó a Vizcarra cuando se reunió en secreto con Keiko Fujimori, luego de que asumiera la presidencia tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski.

Pese a ser químico farmacéutico de profesión, Manchego lleva la política en la sangre. Y tiene la cualidad clave de un asesor: es discreto y de perfil bajo. Los dos se conocieron el año 2010 en Moquegua cuando integraron el movimiento político Integración Regional Por Ti. Vizcarra era presidente de esa organización y Manchego su secretario general.

Cuando Vizcarra fue elegido presidente regional el 2013, nombró a su amigo como gerente regional y de Desarrollo Social. Desde allí se volvieron inseparables. El 2017, cuando fue nombrado embajador en Canadá, Vizcarra designó a Manchego como agregado civil en esa sede diplomática.

Los otros dos consejeros fueron el ministro Edmer Trujillo y Óscar Vásquez Zegarra, también amigos íntimos del mandatario.

En la trascendental medida no participó el asesor argentino Maximiliano Aguiar, quien ha sido relegado luego de ufanarse en una entrevista en el extranjero de ser el responsable de ‘mantener la legitimidad del gobierno’.

Ojalá que el presidente Vizcarra tenga los mismos reflejos para enfrentar la ‘cuestión de venganza’, que ahora preparan los agresivos fujimoristas. Nos vemos el otro martes.

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