“Los periodistas deben preguntarle y exigirle a que explique de una vez quiénes se esconden detrás de la ‘offshore electoral’ que le envía miles de dólares para su campaña presidencial”.

Tal fue la propuesta de una veintena de periodistas de Madre de Dios que participaron en el seminario ‘Periodismo de Investigación, cobertura periodística y financiamiento de campañas políticas’, al que fui invitado la semana pasada junto con Ricardo Uceda, del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS).

No les falta razón a los colegas. El caso de la ‘offshore electoral’ LVF Liberty Institute, sin embargo, no solo debe merecer la atención de la prensa.

También de las fiscalías de lavado de activos, tan solícitas para investigar otros casos.

Desde LVF Liberty se transfieren fondos internacionales a la campaña de Keiko Fujimori, ¡sin consignar el nombre o las identidades de los aportantes! Es la primera vez que ocurre una cosa así en toda la historia electoral del país. Todo está hecho a la medida para ocultar a los financistas extranjeros, que envían su dinero a través de esa entidad.

LVF Liberty fue creada el 19 de noviembre del 2015 en el estado de Delaware, el segundo más pequeño de Estados Unidos, en donde existen más empresas que población. Es considerado un paraíso fiscal.

Allí se ofrecen beneficios fiscales y la posibilidad de abrir cuentas sin residir en EE.UU. Pero lo más importante es que permite constituir empresas legales (como LVF Liberty) a nombre de un apoderado, sin conocer quiénes son el resto de sus integrantes.

El apoderado es Juan Carlos Luna Frisancho, un peruano que también parece tener ‘plata como cancha’. En la campaña del 2011, Luna fue el cuarto mayor aportante del partido de Keiko Fujimori. Desde ese año hasta hoy, le ha regalado ¡434,988 soles! Su papá, Carlos Luna Venero, también le envió 64,802 soles.

Keiko Fujimori aprovecha un vacío legal que no permite a la ONPE fiscalizar aportes de entidades del extranjero, como en este caso LVF Liberty, que el año pasado envió una primera remesa de US$65 mil dólares (S/.220,608) y está por enviar otras más.

El caso de los ‘fujicocteles’ también es escandaloso. Según los fujimoristas, lograron recaudar 710 mil 419 soles en un cóctel, cuyas tarjetas de ingreso costaron 350 dólares cada una. Todo parece un ‘cuentazo’. El número de asistentes no cuadra con el monto que se declaró. Keiko Fujimori dice que fueron 650, pero otros de sus partidarios afirman que acudieron entre 610 y 800 personas.

En el cóctel más caro de Lima, según los ‘fujis’, no usaron ni mesas ni sillas.

Hubo, incluso, un cóctel anterior donde se recaudó una suma similar, pero el dinero no ha sido declarado a la ONPE.

Ya pues, señores fiscales, las investigaciones de corrupción no deben tener preferencias políticas.

Nos vemos el otro martes.---

Ahora te dejamos con otro de nuestros columnistas estrellas:

“Los periodistas deben preguntarle y exigirle a que explique de una vez quiénes se esconden detrás de la ‘offshore electoral’ que le envía miles de dólares para su campaña presidencial”.

Tal fue la propuesta de una veintena de periodistas de Madre de Dios que participaron en el seminario ‘Periodismo de Investigación, cobertura periodística y financiamiento de campañas políticas’, al que fui invitado la semana pasada junto con Ricardo Uceda, del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS).

No les falta razón a los colegas. El caso de la ‘offshore electoral’ LVF Liberty Institute, sin embargo, no solo debe merecer la atención de la prensa.

También de las fiscalías de lavado de activos, tan solícitas para investigar otros casos.

Desde LVF Liberty se transfieren fondos internacionales a la campaña de Keiko Fujimori, ¡sin consignar el nombre o las identidades de los aportantes! Es la primera vez que ocurre una cosa así en toda la historia electoral del país. Todo está hecho a la medida para ocultar a los financistas extranjeros, que envían su dinero a través de esa entidad.

LVF Liberty fue creada el 19 de noviembre del 2015 en el estado de Delaware, el segundo más pequeño de Estados Unidos, en donde existen más empresas que población. Es considerado un paraíso fiscal.

Allí se ofrecen beneficios fiscales y la posibilidad de abrir cuentas sin residir en EE.UU. Pero lo más importante es que permite constituir empresas legales (como LVF Liberty) a nombre de un apoderado, sin conocer quiénes son el resto de sus integrantes.

El apoderado es Juan Carlos Luna Frisancho, un peruano que también parece tener ‘plata como cancha’. En la campaña del 2011, Luna fue el cuarto mayor aportante del partido de Keiko Fujimori. Desde ese año hasta hoy, le ha regalado ¡434,988 soles! Su papá, Carlos Luna Venero, también le envió 64,802 soles.

Keiko Fujimori aprovecha un vacío legal que no permite a la ONPE fiscalizar aportes de entidades del extranjero, como en este caso LVF Liberty, que el año pasado envió una primera remesa de US$65 mil dólares (S/.220,608) y está por enviar otras más.

El caso de los ‘fujicocteles’ también es escandaloso. Según los fujimoristas, lograron recaudar 710 mil 419 soles en un cóctel, cuyas tarjetas de ingreso costaron 350 dólares cada una. Todo parece un ‘cuentazo’. El número de asistentes no cuadra con el monto que se declaró. Keiko Fujimori dice que fueron 650, pero otros de sus partidarios afirman que acudieron entre 610 y 800 personas.

En el cóctel más caro de Lima, según los ‘fujis’, no usaron ni mesas ni sillas.

Hubo, incluso, un cóctel anterior donde se recaudó una suma similar, pero el dinero no ha sido declarado a la ONPE.

Ya pues, señores fiscales, las investigaciones de corrupción no deben tener preferencias políticas.

Nos vemos el otro martes.---

Ahora te dejamos con otro de nuestros columnistas estrellas:

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC