El dueño del taller de pirotecnia, identificado como Nicolás Huamán Villanera, falleció al estallar su local ubicado en . El cuerpo del hombre salió volando y terminó en la casa de un vecino. 

Muchos vecinos manifestaron que ya le habían advertido que un día se podría incendiar su local.  Nicolás Huamán Villanera no escuchó el consejo que le dieron y convirtió su vivienda en un local clandestino de pirotecnia. 

"La explosión sonó tan fuerte y todos nos asustamos", cuenta una de las vecinas de Carabayllo. "Todos los vecinos acudimos en la ayuda del vecino pero ya era tarde". 

Nicolás Huamán Villanera deja sin padre a sus seis hijos . El taller clandestino quedó totalmente destruido producto de la fuerte explosión que conmocionó a los vecinos de Carabayllo

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