Ministerio Público pidió 7 años de prisión para Vladimiro Montesinos.
Vladimiro Montesinos

Por: Miguel Ramírez / Periodista de investigación

Hace unas semanas se estrenó la película ‘Caiga quien caiga’, sobre el apogeo, la caída y fechorías de , el jefe de inteligencia y socio del expresidente Alberto Fujimori.
El filme, elogiado y criticado, se basa en el libro del mismo título escrito por José Ugaz, el exprocurador que tuvo a su cargo la investigación que llevó a la cárcel al otrora todopoderoso jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).

Cuando se publicó, el año 2014, lo leí de un solo tirón. El libro de Ugaz es emocionante desde el principio hasta el final.
Entre los pasajes de más impacto están las confesiones que el año 2001 le hizo Matilde Pinchi Pinchi, la inseparable amiga y ‘algo más’ de Montesinos. Pinchi le narró a Ugaz un episodio que involucraba seriamente al expresidente .

Contó que cuando Montesinos estaba en Panamá solicitando asilo político, llamó por teléfono a Mendel Winter, accionista de un canal de televisión, para que lo contacte con Alan García, a fin de arreglarle un problema judicial que tenía pendiente.

Sobre García, en efecto, existía una acusación por enriquecimiento ilícito durante su primer gobierno, que le impedía volver al Perú, por lo que radicaría entre París y Bogotá.

Apenas Pinchi terminó de declarar, Ugaz programó un interrogatorio a Montesinos en la Base Naval, donde estaba preso.
En esa diligencia participaron la impecable fiscal Ana Cecilia Magallanes y el propio abogado de Montesinos.

“Para nuestra sorpresa, Montesinos, muy calmado, contestó afirmativamente y empezó a relatar cómo había contactado con García, le había preparado el escrito legal y luego había coordinado con los vocales para que fallaran a su favor”, escribió Ugaz en su libro.

Con esa sensacional declaración, Ugaz y Magallanes fueron a interrogar a Mendel Winter, quien ratificó lo que había declarado Montesinos, y también Pinchi Pinchi.

Se le venía la noche al expresidente Alan García hasta que, días después, el entonces ministro de Justicia, Fernando Olivera, denunció que el congresista aprista César Zumaeta había ingresado subrepticiamente a la Base Naval a entrevistarse con Montesinos.

¿Qué ocurrió después de esa reunión? Aunque oficialmente nunca se pudo comprobar ese encuentro, lo cierto es que, después de ese incidente, Montesinos cambió su versión, se retractó. Lo mismo sucedió con Mendel Winter.

No solo eso. Montesinos presentó un escrito ante la Fiscalía de la Nación desdiciéndose y acusando a Ugaz y a Magallanes de haberlo extorsionado para acusar a Alan García, a cambio de no procesar a su esposa y a su hija.

La infamia de Montesinos no prosperó, pero, a su vez, el procurador Ugaz y la fiscal Magallanes se quedaron sin los testimonios incriminatorios, que probaban la ayuda de Montesinos al exmandatario aprista. Fue una jugada maestra del ‘Doc’.
Una vez más –como hasta ahora siempre suele ocurrir– Alan García salió libre de polvo y paja.  Nos vemos el otro martes.

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