La congresista fujimorista llamó ‘inepto’ e ‘incapaz’ al presidente Martín Vizcarra. Fiel a su estilo de interpretar y tergiversar los hechos y las leyes a su manera, Bartra afirmó que no lo había insultado, que se trataba de una ‘opinión’.

Pese a que algunos compañeros de su partido le dijeron que pidiera disculpas, la parlamentaria se mantuvo en sus trece y continuó declarando como si nada hubiera pasado.

Luego cogió sus maletas y se fue a Huamachuco, para cumplir con su semana de representación. Rosa Bartra, ni en la peor de sus pesadillas, imaginó que los periodistas y autoridades de su tierra natal la pondrían en su sitio, le enrostrarían su dejadez y falta de interés por su pueblo.

“Muchos dicen, qué milagro, llegó la congresista huamachuquina a su tierra. ¿Por qué no ha venido de manera continua? Más allá de lo que tenga que usted hacer en Lima, ¿cuál es la razón (de no haber venido antes)?”, le preguntó una aplomada periodista el jueves, en la conferencia de prensa de Rosa Bartra, que estaba siendo transmitida en vivo por una televisora de la zona.

El misil descolocó a Rosa Bartra. Perdió el habla por un momento. Se olvidó de su habilidad para sortear las preguntas de los periodistas limeños, a quienes apabulla con su locuaz verborrea y peculiar voz.

Bartra dio una serie de argumentos que no convencieron a los hombres de prensa. Entonces decidió entretenerlos con el trabajo que hizo en la Comisión Lava Jato, que ella presidió, ¡pero le fue peor!

La misma periodista, recordando que Bartra no encontró ninguna responsabilidad en su jefa Keiko Fujimori ni en Alan García, le preguntó: “¿Cuál es el resultado de la investigación que usted presidió? Para muchos eso es letra muerta”. Allí se armó el despelote. Rosa Bartra, molesta, le dijo: ‘¿Cuál es su pregunta?’. ‘Esa, pues, el balance de lo que usted ha hecho’, le respondió.

Entonces, Rosa Bartra trató de ridiculizar a la periodista. Le preguntó si había leído el informe. La respuesta fue contundente: ‘No, precisamente porque tengo a una congresista que viene de vez en cuando y no nos hace llegar nada’.

Luego pidió la palabra Moisés Ruiz Flores, presidente del Frente de Defensa de la provincia de Sánchez Carrión. Ruiz no se andó con rodeos: “Yo no le doy la bienvenida(…) porque nosotros poco o nada vemos de su trabajo, señora congresista. (Usted) viene solamente a tener una reunión de este tipo, a decir ‘estamos haciendo, estamos investigando’, y no hay nada de resultados”.
A Rosa Bartra nadie la insultó ni difamó. Lo que vivió debe tomarlo como una lección en su vida.

De otro lado, mi solidaridad con Josefina Townsend, la impecable periodista que fue echada por preguntar con la verdad. La forma como fue despedida me hizo recordar los peores momentos del montesinismo. Nos vemos el otro martes.

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