Giuliano R. G. fue liberado por una fiscal a pesar de que su propio testimonio lo sindica como culpable.
Giuliano R. G.

¡Para no creerlo! Una fiscal dejó en libertad al presunto asesino de un en, a pesar de que todas las pruebas y hasta su testimonio lo sindican como el responsable. 

El pasado domingo, Henry García Quispe llegó hasta la casa de su pareja, Carla Castillo Costa, en San Juan de Lurigancho. Cuando ambos salían de la vivienda se toparon con el padre de la hija de la mujer, identificado como Giuliano R. G. de quien estaba separada desde hace 3 años. 

Fue en ese momento que se produjo un alternado entre dos sujetos. Según el testimonio del acusado, la víctima lo insultó y lo golpeó cuando fue a llevar el dinero de la manutención de su hija. Por el contrario, la parte agraviada asegura que Giuliano R. G. lo atacó sin motivo alguno. 

Según el propio testimonio del acusado, le dio dos puñetazos en el rostro y luego lo vio desvanecerse y caer el piso. El abogado de la víctima asegura que fueron esos dos golpes los que ocasionaron la ruptura de una vena principal.

"El imputado reconoce que le dio dos golpes en la nariz y a consecuencia de eso se produce la ruptura de la vena que alimenta al cerebro. A consecuencia de eso muere", indicó el abogado de la parte agraviada. 

Asimismo, el certificado de necropsia de la víctima indica que murió a causa de una 'hemorragia subaracnoidea- hemorragia intraventricular ruptura patológica de vaso cerebral'. 

Giuliano R. G. fue detenido por la Policía tras golpear a Henry García Quispe, quien agonizó por unos instantes y luego murió camino al Hospital Hipólito Unanue de El Agustino. Sin embargo, la decisión de una fiscal lo devolvió a las calles. 

Se trata de la fiscal Nataly Mirella Condori Castro, de la primera Fiscalía Provincial Penal Transitorio de San Juan de Lurigancho, la misma liberó al presunto asesino a pesar de las pruebas y utilizando un insólito argumento. 

Según se lee en el acta de libertad de Giuliano R. G., la fiscal recibió el certificado de necropsia de la víctima, que confirma que murió por golpes en el rostro, así como las declaraciones de los testigos. A pesar de ello, soltó al presunto asesino por no contar con los videos de las cámaras de seguridad de la calle de San Juan de Lurigancho ni con el Protocolo de Necropsia, por lo que, según su posición, no se pueden determinar las lesiones que sufrió la víctima. 

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