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El 8 de diciembre de 1987, todo el plantel de perdió la vida en el trágico accidente aéreo del Fokker, que cayó al mar de Ventanilla. El año 2006, el programa periodístico ‘La Ventana Indiscreta’ realizó un informa exclusivo acerca de la investigación que realizó la Marina de Guerra del Perú, donde se mostraron negligencias en el fatídico vuelo.

El avión iba a salir de Pucallpa hacia Lima a las 17:20 horas, e iba a estar en la capital alrededor de las 19:00, pero debido a un retraso por el encargado de la taquilla del partido, el avión salió a las 18:00. El retorno iba a ser a horas de la noche. Unas de las primeras revelaciones que se mostró fue que el piloto Edilberto Hernán Villar Molina y el copiloto no tenían experiencia en vuelos nocturnos.

A las 20:00 horas empezaron los problemas en el avión. El copiloto indica que hay problemas con el tren de aterrizaje (las tres ruedas con las que cuentan los aviones para poder aterrizar). Según la investigación, el tren de aterrizaje que se encuentra en la nariz del avión tenía problemas para que pueda bajar.

Lo grave sobre el tren de aterrizaje es que según las declaraciones del piloto, este ordenó al copiloto que lea la lista de verificación para esta situación, algo que permite solucionar el tren de aterrizaje de la nariz del avión. El procedimiento está en el manual que suele estar en la cabina de los aviones, pero que cualquier piloto experimentado conoce de memoria. El manual por entonces estaba en inglés, idioma que el copiloto manejaba de forma limitada.

Según el informa realizado por César Hildebrandt Chávez, se le consultó a muchos pilotos y ellos quedaron sorprendidos porque el procedimiento para solucionar el problema de tren de aterrizaje es algo que deben saber de memoria.

En los documentos de investigación indican que el piloto efectuó dos veces un movimiento brusco para que el tren de aterrizaje de la nariz baje por fuerza de gravedad, algo que un piloto experimentado de vuelos comerciales no realiza porque hace que los pasajeros tengan miedo. El problema no se solucionó.

Pese a que desde la torre de control se informó que los tres trenes de aterrizaje estaban fuera, en la cabina del avión se indicaba que el tren de la nariz todavía no estaba abajo. Desde la torre de control volvieron a informar que todo estaba correcto, pero el piloto empezó a leer el manual tratando de entender algo. Ni el piloto ni el copiloto se dieron cuenta que el avión estaba cerca al mar. En el informe se detalla que en situaciones de estrés, Edilberto no respondía. El piloto fue el único que se salvó.

Eran las 20:14 horas del 8 de diciembre. El informe de investigación que realizó la Marina de Guerra del Perú nunca fue publicado, porque sus páginas hubieran revelado responsabilidades que hasta hoy los altos mandos no quisieron asumir. Los seis oficiales que hicieron la investigación ocultaron la verdad”, detallan al final del reportaje.

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