La decisión de comprar o alquilar un inmueble para instalar tu local comercial depende considerablemente del capital inicial con el que cuentas, así como del riesgo que estás dispuesto a asumir.

Dependerá también, en tu decisión entre comprar o arrendar, de factores como el tipo de negocio por el cual te proyectas, además de la visión que posees del proyecto en el corto, mediano y largo plazo. Pero antes de que tomes una decisión, te presentamos las ventajas de ambas posibilidades, para que determines qué es lo que más te conviene.

Las 5 ventajas de alquilar un local comercial

1. Flexibilidad: no te comprometes a fijar tu localización en un lugar determinado y puedes mudarte relativamente fácil cuando lo desees.

2. Menos responsabilidades en mantenimiento y seguridad del local: Normalmente será el propietario quien es responsable de refacciones o del mantenimiento de las conexiones.

3. No tienes vinculación a un crédito hipotecario: Comprar un local supone contar con los ahorros suficientes para pagar una cuota inicial. Cundo alquila solo pagas dos meses adelantados y nada más.

4. Reduce la inversión inicial y los riesgos: cuando compras un local debes hacer un pago inicial del 10% del valor de la propiedad, aparte de la mensualidad por los años de hipoteca que se hayan fijado. Cuando alquilas solo pagas la mensualidad.

5. Movilidad: Una gran ventaja de alquilar es la facilidad con la que podrás abandonar el inmueble en caso de que el negocio no resulte. Mientras que si fuera de tu propiedad tendrías que hacer decenas de trámites, entre ellos buscar un comprador.

Las 5 ventajas de comprar un local son:

1. Inversión: La propiedad inmueble se ha revalorizado hasta por tres en algunos distritos. Es un activo tangible que se puede tomar como una inversión a largo plazo.

2. Orden: Los pagos por crédito hipotecario son fijos, sin que se añada el incremento que le ponen los arrendatarios al inicio de cada año.

3. Más ingresos: En caso de que no utilices todo el local podrías subarrendarlo, de tal manera que obtienes ingresos extras como arrendador.

4. Libertad: Tienes más posibilidades a la hora de decidir si vendes o alquilas el local en caso de que el negocio no funcione.

5. Modificaciones: Finalmente, como el local es tuyo, podrás hacer todas las modificaciones que te convengan sin que estas representen una pérdida a la hora de que abandones el lugar, porque muchas veces el arrendador no reconoce las mejoras o modificaciones.

Ya los sabes Trome, alquila tu local sin dejar de analizar la posibilidad de postular a un crédito hipotecario. Quién sabe, hasta podrías ganar más!

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