María Pía Copello: “A los mala onda los borro de las redes” | ENTREVISTA

Por: Fernando ’Vocha’ Dávila

La muchachita que salía junto a un ‘dragón’ era María, la cantante que mueve a diario a más de tres millones 600 mil en su Instagram es Pía. Todo lo que publica genera reproducciones que muchas veces superan más de medio millón de visitas. La chica de la sonrisa eterna es madre, esposa e ‘influencer’, llena de proyectos y cargada de sentimientos. Lejos de la televisión, está presente en las laptops y teléfonos, en el dedito arriba o la carita feliz. Este es un viaje interior para conocer al ser humano y no solo lo que vemos por internet.

¿Romántica?

En pandemia no tanto.

¿En serio?

Con qué tiempo.

Pero estás todo el día en casa.

Ahora soy mamá y profesora.

¿Qué necesitarías para volver a serlo?

Que me den un break y te digo...

Lo bueno es tener a los hijos de cerca...

Estoy enterada de lo que hacen.

¿Lo negativo?

La paciencia se agota, ja, ja.

¿Una constante en esta convivencia?

Cambiar los menús para que no se aburran.

¿Es tu fuerte?

En la cocina me defiendo.

¿Los ‘comensales’ acaban el plato?

Terminan, aunque puede ser que es porque están con hambre.

¿Presentarían su ‘carta de reclamo’ si no les gusta?

Son súper honestos.

¿Otra lucha diaria?

Los juegos electrónicos. Son vicios que no conducen a nada.

Es una buena medida regularlos.

Si los dejo, me liberaría, pero les puedo provocar un daño.

¿Agobiada?

Antes los muchachos se iban a estudiar 8 horas y era un respiro.

¿A qué hora te levantas?

Desde antes de las 7 de la mañana estamos de pie y a las 11 de la noche se me cierran los ojos.

¿Por qué te fuiste de ‘Esto es guerra’?

Por el horario, llegaba cuando mis hijos estaban durmiendo.

¿Te faltaba calidad de tiempo?

Ahora me encargo de ellos directamente y además trabajo.

¿En las redes?

Es chamba y gente que se le paga un sueldo como a cualquiera, pero que sigan pensando que no hago nada.

Siempre se te nota risueña.

No me agrada mostrar cosas tristes.

¿Te ofenden los seguidores?

Quien me quiera seguir que lo haga.

¿Insultan?

A cada rato.

¿Qué haces?

Al ofensivo, mala onda, lo borro.

¿Te sientes influencer?

Han malinterpretado el término.

¿Por qué?

Lo ven como que solo vive del canje y gratis.

¿Y cómo debemos entenderlo?

Recomiendo cosas que me parecen bonitas.

¿Es buen negocio?

Las marcas te buscan.

¿Qué te hace ‘volar’?

La hipocresía.

¿Por ejemplo?

Las personas que no son directas.

¿Hay muchos así?

Vivimos en una sociedad ‘rajona’ y chismosa.

A veces es por hacer el bien...

No hay mentiras blancas.

¿Las aceptas?

Las detesto porque siempre terminan en un bolondrón.

¿De quiénes más te alejas?

De los que te pelan los dientes.

Te imagino brava.

Controlada, tampoco soy una loca.

Usaste la palabrita ‘bolondrón’. ¿Tienes calle?

He vivido entre gente del arte, payasitos, que me enseñaron mucho lo que es el barrio.

¿Una lección para aquellos que van por zonas picantes?

Si tratas con respeto a tu prójimo, no te va a pasar nada.

Ante esa frase llena de humildad, ¿haces colas para pagar en un banco?

Me han invitado a pasar adelante, respondo que prefiero respetar el orden.

¿Tu postura ante el ‘machismo’?

No podría estar con alguien con quien no pueda expresar mis ideas con libertad.

¿Tu última creación?

Mi canción ‘Like’, que ya está en YouTube.

¿Temática?

Las redes, lo que hacen por conseguir un ‘Me gusta’ y hasta cómo compran cibernautas para que apoyen.

¿Una curiosidad de la producción?

Está mi hija y también artistas reconocidos.

¿Una imagen que te deja el distanciamiento social?

Ver negocios casi quebrados, restaurantes cerrados, el pueblo andando con sus protectores y mascarillas es una sensación de tristeza; pero hay que seguir cuidándonos.

Muchas gracias.

A ustedes un saludo muy especial.

Sin alterarse, con amabilidad y esos toques de dulzura que son su sello, tocó temas importantes. Para definirla hay que recurrir al poeta francés Théodore de Banville: ‘Está seria, pero con un aire de fiesta’.