Sarcófago del faraón Tutankamón. Foto: ¡Stock.
Sarcófago del faraón Tutankamón. Foto: ¡Stock.

La del faraón Tutankamón se ha conservado hasta nuestros días, por lo que tiene más de 3,300 años de antigüedad. Los egipcios momificaban a sus muertos ya que creían que de este modo preservaban la integridad de su cuerpo y su alma en el más allá.

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Para ello desarrollaron un minucioso, complejo y sofisticado sistema que ha permitido que muchas momias sobrevivan por milenios.

Conozcamos los pasos que seguían en el Egipto de los faraones para momificar a sus muertos, una forma de evitar su descomposición.

El sistema para la momificación de los cuerpos constaba de los siguientes pasos:

Primero: lavaban el cadáver con agua del río Nilo y luego le hacían un corte en un costado para extraer los órganos internos, a excepción del corazón.

El corazón era un órgano muy importante para los egipcios, lo consideraban centro de la inteligencia, los pensamientos y los sentimientos.

El corazón era puesto en un plato de la balanza y en el otro plato se colocaba una pluma, símbolo de la verdad.

Si el corazón pesaba igual que la pluma, el difunto era considerado Justo de Voz y se ganaba la vida eterna. Si pesaba más, el corazón era devorado por el terrible monstruo Ammit y el alma del difunto desaparecía para siempre.

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Segundo: cubrían el cuerpo con natrón, una especie de sal natural que debe su nombre a su lugar de procedencia, los lagos alcalinos del Valle del Natrón, en el norte de Egipto, a 135 kilómetros de El Cairo.

Este material era esparcido sobre el cadáver para proceder a su deshidratación. Tras 40 días volvían a lavarlo y untarlo con aceites para que la piel se conserve elástica.

Proceso de momificación.
Proceso de momificación.

Tercero: una vez desecados los órganos internos, estos eran devueltos al cuerpo del difunto, que también era rellenado con materiales secos, como aserrín. Luego se envolvía el cuerpo con vendas de lino, una fibra textil vegetal.

Cuarto: se ataban los brazos y las piernas de la momia, y entre los vendajes colocaban amuletos y un papiro con citas del ‘Libro de los Muertos’, el texto sagrado de los antiguos egipcios, para proteger al difunto en su viaje al más allá.

Paso 4.
Paso 4.

¿Por qué se hacían momificar los antiguos egipcios?

Si el cuerpo desaparecía el ka del difunto (uno de los componentes del alma) no tenía lugar donde poder encarnarse y el alma no podía sobrevivir.

El cuerpo momificado era el receptáculo indispensable para la supervivencia del ka del fallecido.

¿Sabes cuántos tipos de momificación existían?

Cuando una persona moría, se llevaba a los embalsamadores, que ofrecían tres tipos de servicio, según la capacidad adquisitiva de la familia del difunto.

Terminando el proceso.
Terminando el proceso.

Según Heródoto: “La mejor clase, y la más cara, se dice que representa [a Osiris]; la siguiente clase es algo inferior y más barata, y la tercera es la más barata de todas” (Nardo, 110).

Los familiares del difunto tenían que elegir el servicio que querían, y su respuesta era sumamente importante, no solo para el difunto sino también para ellos mismos.

La de menos calidad no contemplaba la extracción de las vísceras ni la disolución de las mismas, sino que el interior del cuerpo se limitaba a ser purgado y el cadáver se sumergía en natrón.

El cerebro era desechado

Los órganos internos se extraían y se momificaban individualmente, pero había uno que era desechado. Se trataba del cerebro, este era extraído con un gancho a través de la nariz y era desechado por considerarse que no tenía ninguna relevancia ni desarrollaba ninguna función importante en el cuerpo humano.

Anubis, dios de la momificación. Foto: ¡Stock.
Anubis, dios de la momificación. Foto: ¡Stock.

El dios de la momificación en el antiguo Egipto

El dios de la momificación era Anubis, una divinidad con cabeza de cánido. Los sacerdotes encargados de los ritos funerarios llevaban siempre una máscara de este dios.

Además de ser el encargado de realizar el embalsamamiento, Anubis era un protector de los muertos, guardián y guía en el viaje que emprendían al más allá.

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