Todas las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos antes de ser distribuidas y/o comercializadas.(Foto: Pixabay)
Todas las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos antes de ser distribuidas y/o comercializadas.(Foto: Pixabay)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado, en su último informe, que los movimientos antivacunas representan una de las mayores “amenazas mundiales” para los programas de vacunación.

Según este organismo, cada año se registran 1,5 millones de muertes infantiles a nivel mundial por enfermedades que podrían prevenirse a través de la vacunación; en parte, porque uno de cada cinco niños no tiene acceso a estos medicamentos.

Por ello, el 29 de mayo en el Día Nacional de la Vacunación voceros de la ONG “Una Vida por Dakota”, ayudan a derribar ciertos mitos que giran alrededor de las vacunas:

1. Las vacunas triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) causan autismo. Un estudio en 1998 planteó la posible relación entre la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y el autismo, pero posteriormente se demostró que era fraudulento, tenía graves desviaciones y el estudio era erróneo, por lo que el propio autor reconoció que se trataba de un engaño. 

Su publicación fue retirada, pero había causado tal pánico que hizo caer las tasas de vacunación. Lamentablemente se creó un estado de pánico que produjo una disminución de las tasas de inmunización y posteriores brotes de esas enfermedades. 

No hay ninguna prueba de la existencia de una relación entre la vacuna triple vírica y el autismo o los trastornos del espectro autista.

2. Las vacunas no son seguras y presentan efectos adversos. Todas las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos antes de ser distribuidas o comercializadas. 

Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos. 

Sin embargo, la mayoría de las reacciones de estas han sido leves y temporales, tales como el dolor en el lugar de inyección o la fiebre, que normalmente desaparecen antes de las 48 horas de haber sido aplicadas.

3. No existe vacuna que evite la muerte por varicela. La vacuna contra la varicela fue aprobada por la OMS con el objetivo de reducir el riesgo de padecerla y evitar el fallecimiento de los grupos vulnerables de la población como son los niños. 

Según el último reporte del Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud del Perú, en lo que va del año se han producido 03 muertes por complicaciones de esta enfermedad y falta de vacunación. 

Es por ello que la vacuna contra la varicela se incluyó de manera gratuita y obligatoria en niños desde 1 año hasta 2 años, 11 meses y 29 días en los establecimientos de salud del Minsa. 

4. La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano causa infertilidad.  La vacuna para prevenir el cáncer de cuello uterino no tiene ninguna relación con las esterilizaciones y su objetivo principal es prevenir el cáncer de cuello uterino. 

En el Perú esta vacuna es aplicada por el Ministerio de Salud, en niñas de 5to grado de primaria de colegios públicos y privados (cuyos padres deberán firmar el Consentimiento Informado para autorizar su aplicación), y en los centros de salud a niñas entre 9 a 13 años que por algún motivo no estén estudiando.

En abril y mayo se aplicó la primera dosis y en octubre y noviembre se pondrá la segunda. En el caso de las mujeres y varones a partir de los 14, deben ponerse 3 dosis en centros y clínicas privadas. 

La segunda dosis 2 meses después de aplicada la primera y la tercera dosis después de los 4 meses de  la segunda.

5. Las infecciones infantiles no se pueden evitar. La salud del integrante más pequeño de la familia, es lo más importante ya que su organismo recién se prepara para enfrentarse a una gran cantidad de bacterias, virus y microorganismos que habitan en el ambiente y para contrarrestar su brote es necesario la aplicación de las vacunas y así lograr controlar ciertos males o evitar su desarrollo. 

El sarampión, las paperas y la rubéola son graves y pueden causar complicaciones importantes en niños y adultos tales como neumonía, encefalitis, ceguera, diarrea, infecciones del oído, síndrome de rubéola congénita e incluso la muerte. Todo este sufrimiento se puede evitar con la vacunación.

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