Las nuevas olas de la epidemia obligan a una mayoría a seguir los festejos desde el sofá de su hogar, tras meses de restricciones por el COVID-19, que dejó cerca de 1,8 millones de muertos en todo el mundo. (Foto: Jewel SAMAD / AFP)
Las nuevas olas de la epidemia obligan a una mayoría a seguir los festejos desde el sofá de su hogar, tras meses de restricciones por el COVID-19, que dejó cerca de 1,8 millones de muertos en todo el mundo. (Foto: Jewel SAMAD / AFP)

El planeta se prepara este jueves para dejar atrás el año 2020, marcado principalmente por la pandemia del coronavirus (COVID-19) y que obliga a miles de millones de personas a celebrar el paso al Año Nuevo en la intimidad de casa.

Las nuevas olas de la epidemia obligan a una mayoría a seguir los festejos desde el sofá de su hogar, tras meses de restricciones por el COVID-19, que dejó cerca de 1,8 millones de muertos en todo el mundo.

Desde Sídney hasta Roma, los humanos asistirán a fuegos artificiales y espectáculos a través de la pantalla de la televisión o de la computadora, siempre y cuando las festividades no hayan sido canceladas.

El pequeño archipiélago de Kiribati y las islas Samoa en el Pacífico han sido, a las 10h00 GMT, los primeros en llegar a 2021, mientras que las islas deshabitadas de Howland y Baker tendrán que esperar 26 horas más.

Aunque en gran parte no se vieron afectadas por la pandemia, las naciones del Pacífico experimentarán una nueva forma de Año Nuevo, debido al cierre de fronteras, el toque de queda y el confinamiento.

En la estación balnearia Taumeasina, rodeada de palmeras cerca de Apia, la capital de Samoa, Tuiataga Nathan Bucknall, que dirige una propiedad, se enorgullece de poder acomodar a un número ilimitado de huéspedes.

Pero debido al estado de urgencia vigente, tendrá que “dejar de servir alcohol a las 11 de la noche”.

Prohibidas las reuniones

En Sídney, la ciudad más grande de Australia, se dispararon los famosos fuegos artificiales de Año Nuevo sobre la bahía, pero con la casi total ausencia de espectadores tras la aparición de un reciente brote de contaminación, en el norte de la ciudad, que suma unos 150 casos.

Incluso se dejó a un lado la idea de permitir que 5.000 personas que trabajan en primera línea en la lucha contra la epidemia asistan para agradecerles sus esfuerzos.

Por lo tanto, la mayoría de los residentes tendrán que contentarse con verlo por televisión en presencia de cinco invitados como máximo.

De la misma manera, los romanos asistirán desde el sofá de sus casas a las fiestas que tendrán lugar en el Circo Máximo, el estadio más antiguo de la ciudad.

En el programa están previstas dos horas de espectáculos y una iluminación de los sitios más emblemáticos de la ciudad.

Italia, donde fotografías de funerarias improvisadas y cuidadores exhaustos hicieron que el resto del planeta fuera consciente de la gravedad de la crisis, está sujeta a un confinamiento de su población hasta el 7 de enero y a un toque de queda desde las 22 horas.

De Brasil hasta Letonia, pasando por Francia, se desplegarán agentes de policía y soldados, en algunos casos, para garantizar el cumplimiento del toque de queda y la prohibición de reuniones.

En Sídney, la ciudad más grande de Australia, se dispararon los famosos fuegos artificiales de Año Nuevo sobre la bahía, pero con la casi total ausencia de espectadores. (Foto:  DAVID GRAY / AFP)
En Sídney, la ciudad más grande de Australia, se dispararon los famosos fuegos artificiales de Año Nuevo sobre la bahía, pero con la casi total ausencia de espectadores. (Foto: DAVID GRAY / AFP)

“Esperanza”

En Londres, gravemente afectada, la cantante estadounidense de 74 años Patti Smith ofrecerá un concierto en directo, en homenaje a los cuidadores de NHS, el sistema de salud pública del Reino Unido, que fallecieron por causa del COVID-19. Se transmitirá en directo en la pantalla de Piccadilly Circus y se difundirá por YouTube.

Nueva Zelanda, donde solo hay algunas restricciones, es uno de los únicos lugares del planeta donde la gente puede celebrar la transición al 2021, sin que se interponga una pantalla, e incluso pueden asistir a espectáculos de fuegos artificiales.

En Dubái, se espera que miles de personas sean testigos de un espectáculo de fuegos artificiales e iluminaciones láser en Burj Khalifa, la torre más alta del mundo, a pesar de los nuevos casos.

Todas las personas deberán usar una máscara o registrarse con un código QR.

En Beirut, una ciudad que todavía se tambalea por la mortal y devastadora explosión del 4 de agosto en el puerto, las autoridades también relajaron las medidas.

El toque de queda se implantó a partir de las 3 de la madrugada. Los bares, restaurantes y discotecas han reabierto y se organizaron grandes fiestas de Año Nuevo.

Las redes sociales están repletas de fotos y videos de clubes y restaurantes abarrotados, lo que ha llevado a las autoridades a considerar un nuevo confinamiento después de las festividades.

En todo el mundo se teme un mañana difícil.

En Brasil, el segundo país más afectado del mundo, los médicos temen una nueva ola.

En las redes sociales, circulan videos de gente sin máscara y la televisión ha difundido imágenes de policías cerrando bares llenos de clientes.

En sus saludos de Año Nuevo, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que esta crisis “histórica” del coronavirus continuará hasta el 2021, incluso si la vacuna ha traído “esperanza”.

Fuente: AFP

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