Del saque somos carnecita... ‘Será una guerra’, comentó sobre lo que se viene en Quito. Y hay que pensar lo peor, ser ‘podridos’. El panorama será hostil y ‘berraco’ desde el aeropuerto, hotel, camarín y cancha. que creen que irán a un partido normalito, que se queden en la Videna o en la salita de su casa comiendo un piqueíto a la hora de la verdad. Me llega altamente el somatotipo de Ecuador, si son agarrados, fisicoculturistas, atletas, y que se siente la altura. Si queremos ir al , esas son ‘hueveras’. Basta de excusas. Las estadísticas no se ponen chimpunes. Cada partido es una historia diferente. En un estadio, hay seguridad a forro. En la ‘Bombonera’ de Chacarita, en la losa de Puerto Nuevo, en el Sima, en la avenida 2 de Mayo del Callao, la muchachada está ‘cargada’ viendo las pichangas y nadie se ha desmayado del susto. Sí, señores...

Estemos preparados , huevos y hasta que nos suelten los perros policías. Seamos cancheros. Tomemos las cosas a la ligera y hagamos que renieguen con una sonrisita. Eso sí, los Reynoso no sirven para esta clase de batallas. A los que les tiemblan los labios cuando cantan el himno o los que se dejan pegar por un hincha, que se vayan a vender productos de belleza. El parador no tiene que ser grandazo ni matón. Simplemente hacerse notar con ¡fútbol! A ningún futbolista le han disparado o matado en una cancha. Ni los cánticos ni insultos te dejan sordo. El balón no quema. El car’e palo la pide, se muestra, encara y recibe calladito. Después le das su vuelto con elegancia. Curuju...

Juguemos con la desesperación de ellos. Se van a equivocar porque sus defensores son torpes y no debemos fallar. Tendremos una o dos y si las embocamos, se van a volver locos. dura un ratito nomás y después que se coman su mela. Aguantemos con el orden y la posesión. Que la pelota corra. Dosifiquemos energías con inteligencia porque los últimos 20 minutos serán inacabables. ¿Con qué fórmula o táctica salimos vivos? Esa es chamba de Ricardo Gareca. Que no se la lleve fácil. Para eso le pagan una millonada. Él conoce mejor que nadie su material. Sus fortalezas y debilidades. Que achunte una. Así es... Me voy, soy fuga.

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