Pisa Pelota
Pisa Pelota

Del saque somos carnecita... Lo de la Sub-23 fue desastroso, decepcionante y humillante. Uruguay nos hizo la chamba para borrar la mala campaña y Jamaica reunió a once morochos que estaban escuchando reggae en la playa y nos pintó la cara. El tiempo y la juventud no son excusas. Metemos a todos en una licuadora y sale una limonada sin azúcar. Veo muy poco para el futuro. Solo se salva el chiquillo Yuriel Celi, que es conchudo al mango y solo le dieron unos minutos. Por ahí unos chispazos de Quevedo. ‘Ñol’ formó un equipo sin alma y sin fútbol. Sin nada. En torneos cortos no puedes improvisar y menos en defensa. Aldair Fuentes es ‘6’ porque es una tortuga para central. Se la canté en la previa y se lo refregaron en la cara los ‘Reggae Boyz’. Ya no sigo porque no hay ni mela para destacar. Sí, señores...

El papelón de la selección en los Panamericanos ha dejado bien claro el bajísimo nivel que tiene la Liga peruana. Se supone que de este plantel deberían salir los sucesores del equipo mayor y la firme que lo que se ha visto es de espanto. El francés Mbappé a los 19 años ya era campeón del mundo y gana los millones que exige. Acá a esa edad decimos que están muy tiernos para mandarlos al ruedo y darles responsabilidad. No sean malos...

Cuando tienes sed de gloria haces lo imposible por triunfar. La atleta Kimberly García marchó lesionada, recién recuperada de una fractura en la rodilla, pero aún así quiso competir y logró la presea de plata. Ella tuvo una revancha consigo misma. En Toronto 2015 fue quinta y no quiso quedarse atrás de sus paisanos huancaínos Gladys Tejeda y Cristhian Pacheco. Ahora deberá someterse a una operación por la exigencia que tuvo. No busca excusas en la cancha, el árbitro, el rival. Y no va cher...

Ya me contaron que el suegro de Leysi, una bailarina que se templó de un viejo verde, le ha metido cabeza a ‘Toñito’. El tío, cuando era dirigente, crió de chibolo al pelotero, le dio techo y con esa confianza, al ver que ya ganaba su billete, le pidió prestado unos 14 mil cocos. El ‘chato’ se los dio con gusto, pero ahora que anda sin chamba y ya no lo empelotan, está llamando para que le cancele, pero cada vez que ve su número de celular le cuelga o no responde y se hace el loco. Qué palta... Me voy, soy fuga.

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