Este Búho se ve obligado a coger su ‘espada del augurio’ de Los Thundercats para que le permita ‘ver más allá de lo evidente’. Los audios de que posee la fiscalía, que lo investiga por presunto lavado de activos -por millonarios aportes que habría recibido de Venezuela y Brasil en el año 2011-, podrían llevarlo a prisión por un caso muchísimo más grave: estas grabaciones revelarían que habría comprado testigos para que se retracten de sus versiones iniciales, en las que sindicaban que el entonces ‘Capitán Carlos’, cuando era jefe de la base contrasubversiva de ‘Madre Mía’ en Aucayacu, habría asesinado y desaparecido a una pareja de esposos y torturado al hermano de uno de ellos. 

Justamente, este testigo acusó a Ollanta Humala ante la Fiscalía en 1992, pero en el 2006 se retractó. Esta semana declaró a El Comercio que varió su testimonio porque emisarios de Ollanta le pagaron 4 mil 500 dólares. Los audios que publicó el ‘Decano’ revelarían que allegados a Humala y él mismo, por teléfono, ofrecieron regalos y dinero al testigo -a cuya cuenta depositaban los pagos- para que cambie su versión, lo que al final sucedió y la investigación quedó archivada. ¿Por qué entonces se habla de pretender reabrir un caso ya cerrado, como se queja Ollanta? Pues muy sencillo: para delitos de lesa humanidad y violación de derechos humanos no hay archivamiento ni prescripción si se presentan nuevas evidencias condenatorias, como parece ser el caso. Aquí presento la historia de lo que sucedió en ‘Madre Mía’.

EL CRIMEN DEL ‘CAPITÁN CARLOS’: El 17 de junio de 1992, los esposos Natividad Ávila Rivera y Benigno Sulca, y el hermano de ella, Jorge Ávila, cenaban en su vivienda en un caserío cerca de la base contrasubversiva de ‘Madre Mía’, departamento de San Martín. La patrulla comandada por el jefe de la base, el ‘Capitán Carlos’ (Ollanta Humala), irrumpió y torturó a Jorge Ávila. Según relataría este después, el mismo ‘Capitán Carlos’ participó personalmente, mientras los esposos, por orden del mismo jefe militar, fueron llevados a la base donde los torturaron, asesinaron y arrojaron sus cuerpos al río Huallaga. Jorge Ávila contó que cuando iban a llevarlo a la orilla para matarlo, logró escapar en la oscuridad de la noche. 

El sobreviviente presentó su denuncia ante la Fiscalía de Tocache, pero por estar en zona de emergencia, el Ministerio Público no pudo conseguir la citación del ‘Capitán Carlos’ ni de ningún otro implicado, aunque el testimonio y la denuncia quedaron consignados y documentados en dicha entidad. Jorge Ávila jamás imaginó que catorce años después de aquella terrible noche, en el verano del 2006, iba a ver a aquel ‘Capitán Carlos’ por TV pidiendo el voto de los peruanos para ser presidente. ¡Aquel mismo personaje que, según su denuncia fiscal, lo torturó y mandó asesinar a su hermana y cuñado! Alertó a las autoridades del Ministerio Público y luego la denuncia saltó a los medios de comunicación. La jueza Miluska Cano, en setiembre del 2006, abrió proceso penal contra Ollanta Humala. Sin embargo, en el año 2009, pese a las evidencias, la Segunda Sala de la Corte Suprema decidió no procesar a Ollanta. Los vaivenes políticos en la campaña presidencial del 2011 hicieron que se reabra la investigación, que luego se archivó al comprobarse que los testigos clave, sospechosamente, se habían retractado.

LOS AUDIOS Y EL ‘CHUPONEADOR’: De los más de cien audios, en los que Ollanta Humala no niega que sea su voz, hay varios que son reveladores entre su ‘intermediario’, quien fue su compañero de armas en el fallido golpe de Locumba y ‘brazo derecho’, Amílcar Gómez, el testigo Jorge Ávila y el propio Ollanta. Este, en un audio, habla con Amílcar, su enviado a Aucayacu, para supuestamente ‘captar’ testigos adversos. ‘OLLANTA: Entonces hay que averiguar qué saben ellos sobre esas cosas, no vaya a ser que se les haya comprado también... AMÍLCAR: Ya, ya, ok. OLLANTA: No puedes confiar en ellos, por eso tienes que ir con mucho tacto...’.

Para Ollanta Humala, Alan lo mandó a ‘chuponear’ con el marino Elías Ponce Feijóo en el 2006, en plena campaña presidencial en la que se ubicaba tercero. Qué triste ver a dos expresidentes acusados de ignominias como la violación de derechos humanos y el vil ‘chuponeo’ telefónico. Apago el televisor.

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