Este Búho no puede contener la emoción al escribir estas líneas después de la histórica victoria de Kimberly García en la marcha atlética de los 35 kilómetros y con ello la obtención de dos medallas de oro en la justa mundialista atlética de Eugene, Oregon. Confieso que ayer, al principio, pensé que había googleado mal y la noticia que transmitían las agencias era de la semana pasada, cuando contra todos los pronósticos superó a la poderosa ‘batería’ de las atletas chinas y la australiana Montag para ganar la medalla de oro en la marcha de los 20 kilómetros. Pero era verdad, ¡había obtenido su segunda medalla dorada! Desde que se instauraron los campeonatos mundiales de atletismo, la máxima competición a nivel internacional en Helsinki 1983, ningún atleta peruano osó siquiera arañar una medallita de bronce. Este columnista sentía envidia de la buena cuando veía cómo el legendario marchista ecuatoriano Jeferson Pérez le daba a su país tres oros en tres campeonatos mundiales. Pero lo de Kimberly García es una hazaña estratosférica no solo para el país, sino para Latinoamérica que solo ha conseguido el ansiado oro gracias al brasileño Alison Dos Santos en 400 con vallas, la venezolana Yolimar Rojas en salto triple y la posta Dominicana de 4 x 400 mixto. Pero lo de Kimberly es espectacular porque es la única que hasta el momento ha ganado dos medallas de oro de manera individual y es muy difícil que alguna atleta en Oregon la supere. Solo podía igualarla la gran jamaiquina Shelley Ann Fraser, quien se alzó el oro en los cien metros, pero obtuvo la de plata en los doscientos. A pocas horas de terminar el torneo, la huancaína se convierte en la reina indiscutible del torneo y como para coronar una cereza en el pastel, su marca establecida de 2:39.16 podría ser el nuevo récord del mundo porque la Federación Internacional tiene un expediente abierto de dos atletas rusas por probable uso indebido de sustancias. Más de treinta millones de peruanos están sorprendidos, felices y pronuncian por primera vez el nombre de Kimberly. Todos menos su familia, ellos sí confiaban en ella, porque para desgracia del país, en el caso de los deportes, sea natación, bádminton, taekwondo, los atletas destacados son financiados por sus propias familias. Sus éxitos llegaron de menos a más fruto de su perseverancia. Quedó quinta en los Panamericanos de Toronto 2015.

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Ella recordaba con rencor esa experiencia: ‘Terminó la prueba y estaba en una camilla. No tenía el respaldo de ningún dirigente de la Federacion, el Instituto Peruano del Deporte, ni el Comité Olímpico’. Ni por el quinto lugar se comunicaron con ella. ‘Solamente tenía el apoyo de mi familia. Ellos me daban todas las facilidades. Solo me dedicaba a estudiar y entrenar’, contó. Nuestra doble campeona se dedica a la marcha, aunque no lo crean, desde que tenia cinco añitos, al ver entrenar a su prima 10 años mayor. A los diez ganó su primera medalla de oro en un campeonato regional donde participaban chicas de hasta trece años. Siempre recalcó el papel de su familia en su crecimiento deportivo. ‘Mi padre hizo un gran esfuerzo para comprarme las zapatillas que costaban 600 soles. Pero lo fundamental fueron sus entrenamientos cerca de diez horas al día en horarios partidos. Tuvo que abandonar la carrera de odontología porque no podía estudiar y entrenar, ahora estudia a distancia administración. En el 2010 fue campeona sudamericana en Cochabamba en marcha 20 kilómetros, a los 19 oro en la Copa Panamericana de Marcha Atlética en Guatemala. Luego un momento cumbre: su medalla de plata en el Panamericano de Lima 2019. Allí estuvo este Búho con sus dos hijos haciéndole barra en el parque Kennedy como cientos de peruanos aquel 28 de julio tempranito y con frío. ¡Vamos Kimberly! Lo más curioso es que ella pensaba retirarse luego de las Olimpidas de Tokio 2020. Pero en esa cita olímpica tuvo que abandonar la competición. Esa frustración hizo que volviera a entrenar con mayor esfuerzo. Comenzó a participar en campeonatos donde acudía la élite mundial. Fue séptima en el Campeonato Mundial de Marcha Individual y por Equipos en China. Tercera en el Mundial de Marcha de Oman de este año. Siempre con las marchistas chinas como principales rivales. Esos logros la fortalecieron mentalmente y eso lo vimos en las dos pruebas del mundial donde, desde el inicio, se planteó estar en el pelotón de vanguardia y a mitad de la carrera imprimir ese zarpazo para quedar sola en punta. El Perú le debe un inmenso reconocimento. Por ahora tiene el premio del pueblo que admira su gesta. Qué distinto a la situación política actual que el Perú atraviesa por un periodo de podredumbre política cuya responsabilidad es del presidente Castillo. Kimberly le da brillo a sus orígenes huancaínos y es símbolo del esfuerzo honesto, decente y sacrificado, y le da logros, mientras el profesor en Palacio nos hace avergonzar y es símbolo de la trampa y la corrupción. ¡Gracias Kimberly! Apago el televisor.

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