Este Búho continúa con el recuento de las convulsionadas elecciones presidenciales del año 2006. Alejandro Toledo, presidente saliente, si bien procuró dejar una economía estable y pasó a la historia por negociar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, dejó también una estela de frivolidad en su manera de gobernar. El avión parrandero, la ‘hora Cabana’, los escándalos de sus familiares directos como los de sus hermanos o sobrinos (‘Filete’ o ‘Coqui’), aparte de la agitación social asentada en el sur, pusieron en jaque al régimen.

Hasta pidieron su vacancia. Parecía que cualquiera podía sentarse en el sillón de Pizarro si el ‘Cholo’ lo había ocupado. Por eso hubo un récord de postulantes: 24 en total y el partido de gobierno, por decoro, no presentó candidato a la Presidencia, solo al Congreso. Desde el inicio de la campaña hasta noviembre del 2005, Lourdes Flores como Keiko actualmente lideró las encuestas por muchos cuerpos de ventaja. Y ya se hablaba que después de Argentina, primer país latinoamericano en tener a una mujer presidenta con Isabel Martínez de Perón, el siguiente sería el Perú con la lideresa de Unidad Nacional. Segundo se ubicaba el expresidente Valentín Paniagua con 17.4%, tercero Alan García con 17% y relegado al cuarto lugar, Ollanta Humala, de UPP, con 11% de intención de voto. Sin embargo, a partir de ese mes, como sucede en las encuestas para las presidenciales de este 2016, un outsider, como Ollanta, comenzó a subir.

En febrero, a dos meses de las elecciones, Lourdes punteaba con 33%, pero el candidato ‘antisistema’, Humala Tasso, sorprendentemente subía a 26% y Alan García se quedaba en 17%. Humala, para la mayoría de medios de comunicación, representaba el peligro de un gobierno como el de Hugo Chávez, es decir, una opción estatizante y antidemocrática. Pese a la campaña demoledora y la posición de la mayoría de medios de comunicación, el militar no paraba de subir. La táctica de Alan García fue brillante. Al comprobar que en esa elección, el electorado se había inclinado a posiciones de izquierda, en vez de enfilar sus baterías contra el radical Humala, dirigió dardos envenenados, misiles atómicos… ¡¡a la candidata de Unidad Nacional, Lourdes Flores!! Y lo resumió en una frase que le valió llegar raspando y con ‘ayudín’ a la segunda vuelta: ‘Lourdes Flores es la candidata de los ricos’.

El aprista sabía que Humala iba a ganar en primera vuelta, pero quien lograra llegar con él a la segunda, sería el Presidente. Había que tumbar a Lourdes y la tumbó. Los resultados de la primera vuelta electoral fueron los siguientes: Ollanta Humala 30.6%, Alan García 24.3% y Lourdes Flores 23.8%. Pasaron a la siguiente ronda Ollanta Humala Tasso y Alan García Pérez. Pero esos resultados demoraron varias semanas en anunciarse. Porque incluso todos los flashes a boca de urna daban como segunda a Lourdes y hasta el mismo Ollanta la saludó, además de otros candidatos. Pero sospechosamente Alan García no tuvo esa caballerosidad y dijo: ‘Voy a esperar los resultados oficiales’. Lourdes denunció: ‘Me han arrebatado el pase a la segunda vuelta en mil novecientas mesas, se entregaron votos que eran de Unidad Nacional a otro candidato’.

En el resultado oficial, Alan García derrotó a ‘Lulú’ por 60 mil votos, para muchos ‘golondrinos’. Pero años más tarde, un libro remecería las conciencias de quienes participaron en ese convulsionado proceso electoral. En medio del escándalo de los ‘petroaudios’ y en el encarcelamiento de un grupo de marinos que dirigía una empresa encargada de ‘chuponear’ a políticos y empresarios, entre ellos el capitán de navío AP ® Elías Ponce Feijóo, salió publicado el libro de Gustavo Gorriti sobre ese tema: ‘Petroaudios’, donde reveló un hecho gravísmo: ‘Durante la campaña electoral del 2005-06, fuentes familiarizadas con Ponce Feijóo sostienen que el entonces candidato Alan García lo convocó a su oficina (…) García y Feijóo bajaron al sótano del edificio y allí discutieron sobre rivales electorales. ‘Usted ayúdeme con el comandante (¿Ollanta? Nota del columnista) que yo me encargo de la gorda’, habría dicho García. La referencia era a la voluminosa candidata Lourdes Flores, quien en ese entonces tenía más sobrepeso que Alan. Increíble, hoy García y ‘Lulú’ mantienen un idílico matrimonio electoral. En San Marcos me enseñaron: ‘Es importante conocer el pasado para saber cómo actuar en el futuro’. Apago el televisor.

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Este Búho continúa con el recuento de las convulsionadas elecciones presidenciales del año 2006. Alejandro Toledo, presidente saliente, si bien procuró dejar una economía estable y pasó a la historia por negociar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, dejó también una estela de frivolidad en su manera de gobernar. El avión parrandero, la ‘hora Cabana’, los escándalos de sus familiares directos como los de sus hermanos o sobrinos (‘Filete’ o ‘Coqui’), aparte de la agitación social asentada en el sur, pusieron en jaque al régimen.

Hasta pidieron su vacancia. Parecía que cualquiera podía sentarse en el sillón de Pizarro si el ‘Cholo’ lo había ocupado. Por eso hubo un récord de postulantes: 24 en total y el partido de gobierno, por decoro, no presentó candidato a la Presidencia, solo al Congreso. Desde el inicio de la campaña hasta noviembre del 2005, Lourdes Flores como Keiko actualmente lideró las encuestas por muchos cuerpos de ventaja. Y ya se hablaba que después de Argentina, primer país latinoamericano en tener a una mujer presidenta con Isabel Martínez de Perón, el siguiente sería el Perú con la lideresa de Unidad Nacional. Segundo se ubicaba el expresidente Valentín Paniagua con 17.4%, tercero Alan García con 17% y relegado al cuarto lugar, Ollanta Humala, de UPP, con 11% de intención de voto. Sin embargo, a partir de ese mes, como sucede en las encuestas para las presidenciales de este 2016, un outsider, como Ollanta, comenzó a subir.

En febrero, a dos meses de las elecciones, Lourdes punteaba con 33%, pero el candidato ‘antisistema’, Humala Tasso, sorprendentemente subía a 26% y Alan García se quedaba en 17%. Humala, para la mayoría de medios de comunicación, representaba el peligro de un gobierno como el de Hugo Chávez, es decir, una opción estatizante y antidemocrática. Pese a la campaña demoledora y la posición de la mayoría de medios de comunicación, el militar no paraba de subir. La táctica de Alan García fue brillante. Al comprobar que en esa elección, el electorado se había inclinado a posiciones de izquierda, en vez de enfilar sus baterías contra el radical Humala, dirigió dardos envenenados, misiles atómicos… ¡¡a la candidata de Unidad Nacional, Lourdes Flores!! Y lo resumió en una frase que le valió llegar raspando y con ‘ayudín’ a la segunda vuelta: ‘Lourdes Flores es la candidata de los ricos’.

El aprista sabía que Humala iba a ganar en primera vuelta, pero quien lograra llegar con él a la segunda, sería el Presidente. Había que tumbar a Lourdes y la tumbó. Los resultados de la primera vuelta electoral fueron los siguientes: Ollanta Humala 30.6%, Alan García 24.3% y Lourdes Flores 23.8%. Pasaron a la siguiente ronda Ollanta Humala Tasso y Alan García Pérez. Pero esos resultados demoraron varias semanas en anunciarse. Porque incluso todos los flashes a boca de urna daban como segunda a Lourdes y hasta el mismo Ollanta la saludó, además de otros candidatos. Pero sospechosamente Alan García no tuvo esa caballerosidad y dijo: ‘Voy a esperar los resultados oficiales’. Lourdes denunció: ‘Me han arrebatado el pase a la segunda vuelta en mil novecientas mesas, se entregaron votos que eran de Unidad Nacional a otro candidato’.

En el resultado oficial, Alan García derrotó a ‘Lulú’ por 60 mil votos, para muchos ‘golondrinos’. Pero años más tarde, un libro remecería las conciencias de quienes participaron en ese convulsionado proceso electoral. En medio del escándalo de los ‘petroaudios’ y en el encarcelamiento de un grupo de marinos que dirigía una empresa encargada de ‘chuponear’ a políticos y empresarios, entre ellos el capitán de navío AP ® Elías Ponce Feijóo, salió publicado el libro de Gustavo Gorriti sobre ese tema: ‘Petroaudios’, donde reveló un hecho gravísmo: ‘Durante la campaña electoral del 2005-06, fuentes familiarizadas con Ponce Feijóo sostienen que el entonces candidato Alan García lo convocó a su oficina (…) García y Feijóo bajaron al sótano del edificio y allí discutieron sobre rivales electorales. ‘Usted ayúdeme con el comandante (¿Ollanta? Nota del columnista) que yo me encargo de la gorda’, habría dicho García. La referencia era a la voluminosa candidata Lourdes Flores, quien en ese entonces tenía más sobrepeso que Alan. Increíble, hoy García y ‘Lulú’ mantienen un idílico matrimonio electoral. En San Marcos me enseñaron: ‘Es importante conocer el pasado para saber cómo actuar en el futuro’. Apago el televisor.

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