Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una parihuela de pescado con arrocito blanco, limón, rocotito y para tomar, una manzanilla tibiecita. “María, hay personas que afirman que fumar no es peligroso, que no es adictiva y que ‘solo relaja’. Todo falso. Consumirla sí es riesgoso y una prueba es el caso de Martín Camino Forsyth, el hombre de 29 años que, bajo los efectos de esa droga, golpeó, amenazó con un cuchillo, arrastró por una calle de Miraflores e intentó ahorcar con sus manos a Micaela de Osma, su pareja durante casi tres años. ¡Pudo matar a la chica! Cuando fue capturado por la policía, el tipo hacía gestos extraños y más de una vez intentó golpear con furia a los periodistas. Estaba fuera de sí. El examen que le practicaron dio positivo para el consumo de marihuana. Los jóvenes y adultos que fuman esta hierba se empeñan en asegurar que la pueden dejar. Mienten o se equivocan en la mayoría de casos, pues muchas de esas personas la consumen durante años. ¡A ver, que la dejen si pueden! Los expertos señalan que consumir marihuana es peligroso porque:

- Puede provocar esquizofrenia: esto si se empieza a consumir durante la adolescencia, si hay predisposición genética y si se vive en un ambiente determinado. El mero hecho de consumir esta droga no produce esquizofrenia.

- Causa adicción psicológica: crea un efecto placentero que hace que la persona que la consume sienta ganas de seguir tomándola.

- Provoca tolerancia: el cerebro se va acostumbrando a los cambios que produce la marihuana y hacen falta dosis más altas para que la persona note los mismos efectos. Así, aumentan la dosis y la frecuencia, pudiendo llegar a convertirse en un consumidor crónico.

- Los consumidores generalmente comienzan a usar otras drogas más adictivas, como cocaína y crack.

- Estudios muestran que las personas que han fumado grandes cantidades de marihuana sufren la disminución de sus funciones mentales.

- Daña las células nerviosas del cerebro, afectando la memoria.

- La mujer embarazada que fuma marihuana regularmente puede dar a luz de forma prematura a un bebé de menor tamaño y con menos peso de lo normal.

- Se alteran las emociones, la coordinación, el apetito, el tono muscular, el latido cardiaco, el equilibrio, la forma del lenguaje y hasta la tensión arterial. Luego, puede derivar en depresión o somnolencia.

- Cambia la personalidad del individuo durante el tiempo que la sustancia permanece en la sangre”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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