Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomito saltado con arroz graneado, rocotito molido y, de tomar, naranjada heladita para bajar el calor. “María, entiendo las protestas para reclamar por algo que se cree justo, pero nunca la violencia ni el vandalismo. Y eso se está viendo en las manifestaciones que se están produciendo en Lima, , Cusco, Andahuaylas e Ica. No puede ser que apedreen o quemen carros, como el de un taxista arequipeño que no tuvo más que llorar al ver cómo había quedado el vehículo que le servía para trabajar.

MIRA: Vacaciones escolares

Las imágenes que pasan la televisión y las redes sociales son impactantes. Los vándalos infiltrados apedrean todo lo que encuentran a su paso. El lunes, en el centro de Lima, lanzaron objetos contundentes al paso de un bus del Metropolitano, sin importarles que dentro había trabajadores, mujeres, ancianos y niños. Unos verdaderos psicópatas. Pero una de las escenas que más se quedó en mi mente fue la de comerciantes emprendedores de Mesa Redonda que corretearon a un grupo de manifestantes que ahuyentaba a los clientes y pedía el cierre de los negocios.

Es que muchos vendedores han invertido mucho dinero y hasta hipotecado sus propiedades para esta campaña navideña, y por culpa de los desadaptados lo pueden perder todo. Estamos saliendo recién de la crisis provocada por dos años de encierro obligatorio por la pandemia, y esto que pasa no ayuda nada en la recuperación del sector comercial.

Y no hablo de los grandes consorcios, que manejan millones de soles y hasta cotizan en bolsa, sino de emprendedores pequeños que alquilan stands, compran mercadería al crédito y trabajan de sol a sol para pagar sus deudas, los servicios, impuestos y encima dan trabajo a otros peruanos. Y no es justo que violentistas lo arruinen todo, sumiendo en la pobreza a miles de peruanos. A los revoltosos solo les interesa encender la pradera, causar muerte y destrucción. No saben crear empleo sino destruirlo. Repiten consignas sin sentido y no se informan bien.

De hacerlo, sabrían que el gran causante de esta crisis es el mismo expresidente Pedro Castillo, que quiso convertirse en un dictador, al mismo estilo de Alberto Fujimori o Hugo Chávez, y dio un golpe de Estado que no duró ni dos horas, pues ni para eso sirve. Aplaudo a esos que protestan por un mundo mejor, por tener agua potable, por una mejor educación, por más empleos, pero no para los que están pidiendo libertad a un pillo y poca cosa, como le llamó acertadamente el periodista César Hildebrandt. Prefiero a peruanos emprendedores como los de Mesa Redonda, Las Malvinas o Gamarra, que a esos rateros que se llenan la boca hablando del pueblo y cuando llegan al poder roban como si el mundo se fuera a acabar. Con esos ni a la esquina, piensen bien en esto”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

TE PUEDE INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC