Restaurantes deberán brindar medidas de bioseguridad para la venta de sus platillos.
Restaurantes deberán brindar medidas de bioseguridad para la venta de sus platillos.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, me cuenta por ‘wasap’ algunas de las anécdotas y aventuras que vive en las calles durante sus comisiones periodísticas. También me dice que mucha gente se está reinventando para sobrevivir. “María, es increíble cómo un virus tan diminuto que es invisible haya puesto al mundo de cabeza en solo unas semanas. Los contagiados en todo el planeta ya deben estar por los tres millones y los muertos superan los 200 mil.

Prácticamente todas las actividades humanas han sido afectadas y, aunque se levante la cuarentena -que será porque la economía debe echarse a andar y no porque ya no haya peligro-, todos deberemos cambiar nuestras costumbres, nuestra manera de saludar, de divertirnos, de expresar cariño y de trabajar.

Las personas dedicadas al cuidado de la belleza, como maquilladores, peluqueros, barberos y otros deberán adoptar protocolos para la atención de sus clientes, pues el contacto con ellos es cercano. Algo parecido pasa con los restaurantes, pues deben dar seguridad a sus consumidores de que siguen estrictas medidas de higiene en la preparación de los alimentos.

Son millones los peruanos que están en las micro y pequeñas empresas y necesitan el apoyo del Gobierno para comenzar a trabajar. ¡¡Ellos son los que mueven la rueda del crecimiento!!

Las miles de personas que en nuestro país se dedican directa e indirectamente al rubro de la cocina, tienen esperanzas de que pronto comenzarán a trabajar mediante la atención por delivery. Es decir, con la entrega de alimentos en la casa.

‘No sabes las ganas que tengo de comer un pollito a la brasa con papitas fritas crocantes, ensaladita, todas las cremas y su chicha morada friecita’, me decía un colega relamiéndose cuando pasábamos frente a una conocida pollería de Lince.

En el reparto de comida por delivery intervienen varias personas, desde los proveedores de insumos, cocineros y cajeros hasta los que deberán entregar el pedido en casa. Todos tienen que estar sanos, bien protegidos con mascarillas, guantes, someterse a constantes exámenes de descarte y cumplir con rigurosas medidas de higiene y desinfección de manera personal y en el centro de trabajo.

El Gobierno debe elaborar protocolos precisos que tendrán que seguir de manera estricta todos aquellos que poco a poco vuelvan a trabajar. La tarea es complicada y también costará dinero, pero no queda otra que hacerlo porque sino los contagios se seguirán multiplicando y las muertes y el terror no pararán. Al menos hasta que se consiga crear una vacuna que nos haga inmunes al traicionero virus”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense

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