Sigue estos consejos para controlar tu ira.
Sigue estos consejos para controlar tu ira.

El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un sabroso cau cau con arroz blanco graneadito, rocotito molido y, para la sed, un jugo de carambola. “María, los insultos, escupitajos y amenazas que Manuel Liendo, un conductor de setenta años, profiere a otro en San Isidro y que fue grabado, solo refleja el peligroso nivel de crispación de miles de peruanos. El referido hombre había ido con su carro en contra del tránsito y el otro chofer le reclamó. Liendo, lejos de reconocer su falta o quedarse callado, desde su auto comenzó a lanzar terribles insultos, a escupir al otro y hasta sacó un arma de fuego para amenazarlo.

¿Y si otro tipo armado le disparaba pensando que estaba a punto de asesinar a alguien? Hay muchísimas personas a punto de estallar por cualquier motivo. Los vemos en las pistas, en los microbuses, en las calles y mercados. Son esos conductores que se bajan de sus carros para agarrarse a golpes con otros por motivos que no valen la pena. Los embotellamientos en las pistas, la falta de dinero, el trabajo y un sinnúmero de problemas nos agobian y terminan por hacernos perder el control. Algunos consejos de los especialistas para controlar nuestra ira:

Respira profundo. Toma aire, retenlo unos segundos y expúlsalo lento. Además de relajar el ritmo de tus pulsaciones y oxigenar el cerebro, estarás ganando tiempo para tranquilizarte. Puedes hacer estos ejercicios de respiración en el semáforo o en la cola.

Descarga la tensión muscular.
Eleva los brazos tensionándolos o levanta algún objeto pesado. También puedes sentarte y levantarte varias veces. Así liberarás a tus músculos de adrenalina.

Desvía tu atención. Trata de no pensar en aquello que te molesta. Mira una foto o cuadro, saborea un caramelo, ponte crema en las manos para distraerte.

Busca gestos de afecto. Un abrazo, masaje o caricia puede comenzar a calmarnos. Pero si estamos solos, puedes darte tú mismo masajes en el cuello.

Aléjate. Si algo causa tu enojo, toma distancia física. Si no puedes hacerlo, escribe en un papel los motivos de lo que te molesta y ponlo en algún lugar. Luego léelo y verás que no valía la pena molestarse tanto.

Canta una canción. Al cantar se respira profundo, lo que ayuda a reducir la intensidad de la situación que nos molesta. Elige un tema que te alegre.

Busca tu espacio. Un lugar tranquilo en el que estés solo para que pienses con tranquilidad sobre lo que te molesta. Si no puedes hacerlo, haz una llamada o sal a las escaleras y toma aire.

Hábitos relajantes. Identifica alguna actividad que te calme y luego ponla en práctica cuando estés molesto. Así podrás relajarte”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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