Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso olluquito con carne, arroz blanco graneadito y su rocotito molido. También se pidió una jarrita de emoliente. “María, en estos tiempos la gente vive agitada. Recién empezamos el año, pero estamos llenos de presiones y ya se vienen los gastos escolares. En general, el trabajo y las distintas responsabilidades hacen que muchas personas no coman ni duerman bien y, encima, no hagan ejercicios. El resultado es que hay más personas enfermas. A continuación, algunos consejos de los expertos para llevar una y ordenada.

- Cambia tu lista de compras. Las buenas dietas comienzan por las adquisiciones saludables. Busca productos frescos y evita los procesados. La mayor parte de tus alimentos deben ser verduras y frutas. No olvides la carne y el pescado.

- Aprende a cocinar, de lo contrario acabarás comiendo cualquier cosa. Es importante que sepas cocinar al vapor, a la plancha y al horno. Comerás más rico y sano.

- Bebe agua. Limita el consumo de refrescos y gaseosas porque tienen demasiadas calorías. El agua debe ser tu bebida principal, toma varios vasos al día.

- Cuidado con el alcohol. Bebe licor de forma esporádica, pues su consumo prolongado aumenta el riesgo de hipertensión, sangrado de esófago, inflamación y daño al páncreas, al hígado, desnutrición y cáncer de esófago, hígado, colon, cabeza, cuello, mamas y otros.

- No fumes. Daña gravemente los pulmones. Además, es uno de los actores de riesgo más importantes de cáncer pulmonar, de laringe, lengua, vejiga y otros, así como de enfermedades cardiovasculares.

- Come frutas y verduras. No debe pasar un día sin que ingieras estos alimentos, pues tienen vitaminas, minerales y fibra para el desarrollo del organismo.

- Haz ejercicios. Todos los días, por lo menos 30 minutos. Para ello, elige un deporte que te guste. Si un día no tienes tiempo, haz al menos 15 minutos en casa.

- Reduce el estrés. Intenta relajarte, pese a las preocupaciones. El exceso de estrés produce cansancio crónico e infelicidad.

- Mejora tu descanso. Procura tener un buen colchón, un horario y un ambiente oscuro y sin ruidos. Nada de celulares y televisión. Duerme de siete a ocho horas.

- Poca sal y azúcares. Ambos están en muchos productos. El exceso de azúcar provoca obesidad y el de sal puede causar hipertensión.

- Más fibra en tu dieta. Fundamental para regular el tránsito intestinal. Además, da sensación de saciedad, con lo que ingerirás menos calorías. La fibra está en alimentos como las frutas y verduras.

- Visita al médico para un chequeo, así no tengas malestares.
Ahora solo debes ponerle voluntad para seguir estos consejos, porque es tu vida la que está en juego”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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