Por: Miguel Ramírez

La semana pasada, el Premio Pulitzer -el máximo galardón de Estados Unidos que otorga la Universidad de Columbia- fue concedido a la investigación Panamá Papers, realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán ‘Suddeutsche Zeitung’.
En esa extraordinaria investigación también participaron los portales peruanos Idl-Reporteros, Convoca y Ojo Público (este último integrado por varios periodistas que este columnista dirigió en la Unidad de Investigación del diario ‘El Comercio’).

“Este honor es un testimonio de la empresa y el trabajo en equipo de nuestro personal y nuestros socios aquí en los Estados Unidos y en todo el mundo”, dijo Gerard Ryle, director del ICIJ.

Como se sabe, la investigación periodística de los Panamá Papers permitió descubrir los secretos del estudio panameño Mossack Fonseca y las empresas offshore que creó para encubrir –con nombres de otras personas- las fortunas de presidentes, ministros, dictadores, mafiosos, aristócratas y hasta estrellas de fútbol de todo el mundo.

Todo empezó el 2015 cuando el periodista alemán Bastian Obermayer recibió en su computador este mensaje anónimo: “¿Te gustaría recibir unos datos? Quiero compartirlos”. De inmediato, el reportero respondió que sí.

En el transcurso de los días, Obermayer y su colega Frederik Obermaier, quien se integró a la investigación, empezaron a recibir documentos, correos electrónicos, números de cuentas de las personas más inimaginables del mundo, a quienes Mossack Fonseca había creado empresas para encubrir sus fortunas, la mayoría de ellas mal habidas. Existía un contrato personal de ¡US$850 millones!

En el libro ‘Panamá Papers, el club mundial de los evasores de impuestos’ que ambos escribieron, los periodistas cuentan que, sorprendidos por la delicada información que recibían, le preguntaron al anónimo: “¿Quién eres, por qué haces esto?”. “Una persona cualquiera. Tan solo un ciudadano preocupado. Quiero que se informe acerca de este material y que se hagan públicos estos delitos”, respondió.

No había duda de que el anónimo era una persona que había penetrado la base de datos de ese bufete de abogados panameños.
En total, el informante filtró ¡11,5 millones de documentos! con información que era imposible que los dos periodistas pudieran investigar. Entonces acudieron al ICIJ y se entrevistaron con Marina Walker, la jefa de redacción de ese organismo. Durante largos meses, 300 periodistas de todo el mundo, de 25 idiomas distintos, se dedicaron a analizar y corroborar la información que llegaba de Washington.

En abril del 20016 los periodistas lanzaron sus respectivas ‘bombas periodísticas’. Por el lado peruano aparecieron los nombres de Jaime Carbajal y Hernán Garrido Lecca, dos amigazos de Alan García.

También Jorge Yoshiyama Sasaki y Sil Yok Lee, dos importantes financistas de la campaña de Keiko Fujimori.

El libro de los Panamá Papers debe ser lectura obligada de la congresista Alejandra Aramayo, quien nos tilda de ‘sicarios’ a los periodistas. Nos vemos el otro martes.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC