Mirtha Vásquez, primera ministra, dijo que todo el Gabinete está en permanente evaluación. (Foto: PCM)
Mirtha Vásquez, primera ministra, dijo que todo el Gabinete está en permanente evaluación. (Foto: PCM)

Este Búho duerme con un ojo bien abierto, pues a cada minuto pasan cosas increíbles en nuestra política. Por eso, les presento mis ‘Piquitos’, tan fugaces como los besos que le da Brunella a su ‘Chucky’ Acuña.

LOS 100 DÍAS PERDIDOS. Se cumplieron más de tres meses del gobierno de Pedro Castillo y prácticamente no hay nada bueno que destacar. Salvo que la vacunación contra el coronavirus se acelera, aunque las dosis que se están recibiendo fueron gestionadas por el anterior gobierno. En estos primeros 100 días el régimen de Pedro Castillo ha brillado por el caos, los enfrentamientos, la disparada de precios. Al margen de las posiciones políticas del mandatario, es evidente que no hay un rumbo claro. Parece que Castillo y la gente que accedió con él al poder creen que ganar las elecciones les da el derecho de hacer lo que quieran, como elegir los peores funcionarios, y que nadie los cuestione. Craso error. En democracia existe el contrapeso de poderes, para evitar abusos y desmanes. El Congreso tiene la obligación de cuestionar a los malos ministros y otros funcionarios.

GABINETE VÁSQUEZ PIDE CONFIANZA. La caída del nocivo y vergonzoso Gabinete Bellido era la oportunidad perfecta para que Castillo corrija errores y nombre ministros al menos aceptables. Pero puso en el Ministerio del Interior a Luis Barranzuela, un tipo que recibió ¡más de 150 sanciones cuando fue policía! y que como abogado defendió a narcotraficantes. También está Carlos Gallardo en Educación, ligado al sector radical del magisterio vinculado al Movadef, nada menos que la organización fachada del sanguinario Sendero Luminoso. Pero estos son los ministros más cuestionados, no los únicos. Con estas ‘joyitas’, la premier Vásquez llega hoy al Congreso a pedir el voto de confianza, algo que no se sabe si le darán. Podrá ser más conciliadora que el impresentable Bellido, pero no ha sabido limpiar su gabinete de elementos peligrosos.

BARRANZUELA HASTA CUÁNDO. Con tantas sospechas y cuestionamientos sobre su persona, lo que afecta a la gobernabilidad, el señor Barranzuela hace tiempo debió renunciar al Ministerio del Interior. Por una cuestión básica de decencia, de dignidad. Pero no se va y sigue entornillado al cargo. Hace recordar la vergonzosa tozudez de Iber Maraví, quien permanecía sordo a toda acusación y solo dejó el Ministerio de Trabajo cuando lo renunciaron. Barranzuela no da confianza para ejercer de ministro. Así, se le responsabiliza de la fuga de ‘Pinturita’ Cárdenas, quien ya estaría cómodamente instalado en Bolivia, y de otros cuatro prófugos del caso ‘Los Dinámicos del Centro’. Las sospechas son inevitables, si tenemos en cuenta que Barranzuela fue abogado de Vladimir Cerrón y de Perú Libre hasta el día en que lo eligieron ministro.

REACTIVACIÓN ECONÓMICA. Las diferentes encuestas lo confirman una y otra vez. La mayor urgencia de los peruanos es la reactivación económica y la generación de empleo. Es lo que en la última consulta de Datum pide cerca de la mitad de consultados. Después, le piden a Castillo que mejore la calidad del sistema educativo, del sistema de salud, la lucha contra la delincuencia y la corrupción. Bastante más atrás, apenas un 6 por ciento, cree que se debe convocar a una Asamblea Constituyente. Cada vez que Castillo y los congresistas de Perú Libre hablan, repiten hasta el cansancio que ellos ‘obedecen al pueblo’. Si es así, pónganse a trabajar para generar más empleo, más chamba, que es lo que el peruano quiere, y no que le regalen bonos como si fueran limosnas. Algunos congresistas del ‘lapicito’ se creen vivos, pues le sacan la vuelta al Estado marcando asistencia en el Congreso cuando están buscando votos para su asamblea. Vergonzoso.

TERCERA OLA. Miles de personas en las playas sin mascarillas ni guardando la distancia social, aglomeraciones en parques y centros de diversiones, y fiestas por todos lados podrían ser el preámbulo de la tercera ola. No pretendo ser aguafiestas, pero la pandemia no ha terminado. Todos los días hay gente que fallece por el coronavirus y se registran más contagiados. Las cifras no están en los niveles de hace unos meses, pero si no tenemos cuidado podemos sufrir una situación bien dramática. ¿O ya olvidamos las colas por oxígeno? En el colmo, para este fin de semana están anunciando por redes numerosas fiestas de Halloween. Estamos haciendo los méritos para padecer una nueva crisis sanitaria. El gobierno debería iniciar de inmediato una campaña agresiva de información si no queremos lamentarnos después.

Apago el televisor.

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