Fue amigo personal de Julio Ramón Ribeyro (Foto: Allengino Quintana)
Fue amigo personal de Julio Ramón Ribeyro (Foto: Allengino Quintana)

En los jirones del emblemático distrito de Barranco, donde la tradición y la modernidad parecen abrazarse, un hombre con saco azul y pantalón jean camina observando a todos lados, como buscado encontrar una historia por escribir, uniendo lo que observa y su imaginación. Responde al nombre de Jorge Coaguila, especializado en la vida, obra y milagros del genial cuentista . Pero esta charla no se quedará en hablar del ‘Genio’, será un viaje interior al ser humano que ha construido desde la literatura una manera de transitar por este mundo. Vamos a presentar los ‘demonios’ y ‘ángeles’ de este escritor, también su afición y amor por y su admiración por .

MIRA: Julio Ramón Ribeyro y su amor tóxico por el cigarrillo

Jorge, cuando escribes, ¿te has vengado de un amor no correspondido?

De ninguna manera. Respondiendo con honestidad, no.

Algunos lo hacen

El escritor Eleodoro Vargas Vicuña, cuando dedicaba, ponía las iniciales del nombre y apellido. Las mías son con nombre completo.

¿Escribes todos los días?

Tengo deberes como enseñar, corregir textos.

¿Entonces no lo haces?

Si, pero en horarios diversos por mi trabajo, pero a diario le dedico entre dos y tres horas.

¿La inspiración aparece de pronto o se alimenta ejerciendo la escritura a diario?

No creo en la inspiración, sino en la transpiración.

Explícalo por favor

En el borrador está lo primero, pero después viene el trabajo más duro que es corregir, quitar o añadir. Qué es lo que desechas o lo que puedes agregar.

¿Acabar un capítulo te deja agotado?

Mucha gente piensa que uno está frente a la computadora de la manera más placentera o estás echado en tu cama relajado.

¿Cómo es en realidad?

Es una tortura, terminas con los hombros agarrotados, el cuerpo desecho, como si te enfrentaras a demonios y dragones.

¿Te gusta burlarte de ti mismo?

Reírte de tus fracasos, de tus chascos, ayuda a conocerse a uno mismo.

LEE: Roberto Palacios: Todas las despedidas que tuvo el popular ‘Chorri’

¿Conquistaste en tu cuento a una chica que no pudiste en la vida cotidiana?

Allí si lo logré. A veces escribir sirve para eso.

Vamos al fútbol, ¿Qué jugador te inspira escribirle un cuento?

Gianluca Lapadula es un caso especial, inicialmente no quería jugar por la ‘Bicolor’ y acabó siendo ídolo. Ahora es un signo de la peruanidad.

¿Por qué rechazó a Perú y ahora ‘muere’ por el país?

Siento que es un amor tardío.

¿Qué jugador te gustaría te pida que le escribas su biografía?

Ojalá que no sea mi ídolo Roberto Palacios.

¿Por qué?

Él mando escribir su libro por encargo, después negó todo lo que había salido ahí y aclaró que no había leído lo que se publicó. Impresionante.

¿Por qué eres hincha celeste?

Me hice hincha de Cristal por mi padre. Creo que es otro Perú que surge después de los años 50 y un sector de los migrantes se sienten más identificados con este nuevo rostro del país.

¿A qué jugadores viste ‘escribir’ en un campo de fútbol?

A ‘Chorrillano’ Palacios y Julio César Uribe.

¿Cuál de ellos escribió un cuento maravilloso?

El primero. Hizo un gol genial, mostró su camiseta con la frase ‘Te amo Perú’. Era un jugador habilidoso, delgado, pequeño, metido entre gigantes y triunfaba. Eso es hacer literatura.

¿Qué te impresionaba de ir al estadio?

Me parecía muy literario lo de los narradores.

¿Por qué?

Trasmitían un partido emotivo, lleno de riesgos y yo veía un encuentro lento y hasta aburrido a veces. Antes no televisaban los encuentros y se permitían esas ficciones.

¿Cómo era Julio Ramón Ribeyro?

Hincha de la ‘U’, de ‘Lolo’ Fernández, fumaba cajas de cigarrillos y tomaba vino.

¿Nunca te invitó un ‘pucho’?

Jamás.

¿Y de carácter?

Era tímido. Cuando lo visitaba, acompañado de un amigo o amiga, se notaba mucho más.

¿Futbolero?

Estuvo en el ‘baile’ que Perú le dio a Francia en el ‘Parque de los Príncipes’ y ganamos con gol de Juan Carlos Oblitas.

Si era seguidor del balompié

Tenía una frase: ‘Quien no ha sufrido derrotas deportivas, no sabe lo que es el dolor’.

¿Otra que tenga que ver con la ‘pelotita’?

En las cartas que el escribía a su hermano, le hablaba de un joven jugador francés llamado Michel Platini.

Mientras escribías su biografía, ¿sentías su presencia?

Pensaba: ‘Cómo no está acá para que aclare el hecho que estoy encontrando’.

¿En qué consistió la investigación?

He conversado con gente cercana a él como el hermano, la viuda, amigos y he accedido a documentos inéditos, videos.

¿Todo terminó como deseabas?

Considero que el libro no está acabado, porque siempre hay nuevas cosas por descubrir en su vida.

¿Cómo te gustaría que te recuerden?

Entre otras cosas, que digan que fui un promotor de la obra de Ribeyro.

TE VA A INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC